¿Incentivan los Incentivos…?

Incentivan los Incentivos...

Confieso que lo que me motiva en la vida es que no se me quede como está, aspirando a lograr llegar a más con esfuerzo, perseverancia y determinación . No busco la gracia presente para no traicionar la confianza en un futuro cuya construcción inicio cada día con mayor o menor fortuna, pero con ilusión. Nada me asegura el éxito, de ahí mi buena predisposición a la actuación. A mí me incentiva la indefinición sobre la consecución. Nunca la quieta posición.

Es frecuente el que algunos relatos literarios tomen por fuente argumental el conocimiento previo del destino a modo de imposible fábula para así recrearse en las reacciones de sus personajes presos de tan singular situación. En mi caso, si yo fuera uno de ellos, tengo la seguridad de que esto me llevaría a una resignación que aletargaría reactivamente mis pasos a la espera de algo predeterminado en lo que no tendría injerencia ni participación.

¿Qué nos mueve a actuar…? El conseguir. ¿Y que conseguir…? Pues dependerá de lo que con libertad de elección prefiera cada cual, dado que es patrimonio personal elegir aquello que más convenga dentro de los márgenes de la posibilidad y de nuestra capacitación. Por consiguiente, lo que nos mueve a actuar no será igual para todos, de manera que lo que pueda incentivarme a mí no tendrá porqué ser idéntico a lo de los demás. Así las cosas… ¿tendría sentido pretender incentivar a un colectivo de personas de forma igual para mejorar su motivación?

Es evidente que un común error en las empresas y organizaciones de ayer y también de hoy es que eligen mayoritaria y casi únicamente la remuneración económica como elemento incentivador de la productividad de sus miembros, confundiendo el concepto de compensación por los servicios prestados (el salario, tanto sea fijo como incluso el variable) con aquello otro que represente y busque algo más (está demostrado que la tendencia general ante un aumento de sueldo es a amortizarlo mentalmente de forma instantánea, al considerar que la nueva situación es la justa pues viene a rectificar el error salarial anterior). Por tanto, los únicos incentivos que realmente pueden ser incentivadores son aquellos que, en la mente del receptor, no se perciben como directamente relacionados con la contraprestación en presente de su aportación de valor pues, en el mejor de los casos, aquel entenderá que la cuenta siempre quedará saldada entre remunerador y perceptor, eliminando toda ilusión. Así pues, cualquier estimulo basado directamente en el pago (monetario o en especie) de la contribución profesional nunca realmente lo será para quien lo debe percibir, convirtiéndose entonces en una mera transacción.

El secreto de la incentivación se encuentra en el decalaje temporal que supone que lo ahora bien sembrado permita una futura recolección. Es decir, no en la estática de la compensación sino mejor en la dinámica que supone alcanzar mejoras futuras a partir de los buenos resultados de hoy…

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro

6 respuestas a «¿Incentivan los Incentivos…?»

  1. Me encanta de las libertades que hablas, no me gusta estar encasillada en términos o seguir pautas, salvo que me ayuden a llegar a una dirección para luego ser yo
    Es muy cierto que los incentivos que mueven a las personas son aquellos que te motivan a tu desarrollo profesional y personal, los retos y los desafíos, así como los logros que vayan de la mano con el factor monetario

    1. Jorge, gracias por tu comentario.

      El caso de los comerciales es muy singular pues nunca las comisiones percibidas podrán sustituir la enorme satisfación personal que supone la consecución de una venta. Vender es de popr si uno de los estímulos más potentes que existen y cuyo desarrollo natural se orienta a facilitar la venta a los demás dirigiendo equipos comerciales…

  2. Hola Antonio, me ha parecido muy interesante tu post, tocas un tema que en muchas compañías se tiene que mejorar. Insistimos en poner incentivos uniformes a todo el mundo, y aunque es cierto que es necesario, nos olvidamos de trabajar planes específicos para aquellas personas con potencial. Luego nos preguntamos ¿Pero por qué se van?
    Un abrazo,
    Nacho

  3. Hola Antonio, ¿podrias poner un ejemplo de incentivo con decalaje temporal? un ejemplo practico e imaginario
    Gracias

    1. Juan, gracias por tu comentario.

      Tal y como defiendo en mi artículo, todos los incentivos no incentivan a todos igualmente por lo que el ejemplo que voy a poner desconozco si a ti te pueda motivar. Algo tan sencillo como el establecimiento de Planes de Carrera en las empresas (por sencillos que estos puedan ser) establecen ilusión por un futuro que dependerá del trabajo presente…

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