La “mueblerización” de la Vida

Viejo sofa

Confieso que, tras dieciséis años de satisfactoria residencia en mi vivienda, cada día al entrar en ella me tranquilizo al comprobar que el mobiliario de su interior parece ser adecuado y actual, no percibiendo en absoluto la necesidad o tan siquiera conveniencia de ningún cambio a realizar. ¡Qué equivocado estoy, aun sin saber que lo pueda estar…!

Es evidente que, por más que yo me hubiese esforzado allá por 1997 en decorar mi casa recién adquirida a la moda que entonces se llevaba, aquella ya no es la de ahora, con independencia de que yo no sea capaz de reparar en ello al haberme instalado inconscientemente en la habitual miopía que produce la fosilizante cotidianeidad.

Cuando visito a una de mis tías, que vive rodeada de muebles con más de sesenta años de presencia y uso en su hogar, me dice que a ella le pasa igual pues nunca repara en su antigüedad.  Sinceramente, no creo que esto sea cosa de una costumbre familiar, pues más bien me parece que el asunto es universal y se extiende no solo a los muebles de una casa sino también a la vida en general.

Admitiendo que la rutina en forma de cotidianeidad es, de todos los estilos de vida, la gran equilibradora existencial por su efecto facilitador de la serenidad, también es cierto que su desmedida extensión a la totalidad de momentos y situaciones de nuestra vida puede llevarnos a una especie de analgesia actuacional que nos instale en la peligrosa y depresiva repetición vital.

Aceptar como válido e inmutable lo que somos y lo que nos rodea por el mero hecho de haberse cómodamente instalado en nuestra vida a fuerza de tener reiterada presencia, frecuentemente deriva en un envejecimiento mental que nos va distanciando de la dinámica actualidad que implacablemente nos supera, pues no se detiene en avanzar.

Desgraciadamente, a medida que transcurre nuestra vida y más nos conocemos, menos somos capaces de imparcialmente vernos por llegar al acostumbramiento en nuestra realidad. Lo que somos ya no lo cuestionamos, dándolo por bueno y proyectándolo reactivamente hacia lo que seremos, pese a lo que pueda pasar. Y así, todos hoy tan momentáneamente contentos. Y así, todos mañana tan finalmente insatisfechos. La vida es como una casa, siempre por actualizar.

Creo que mañana cambiaré aquel viejo sofá de mi hogar…

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro

13 respuestas a «La “mueblerización” de la Vida»

  1. El título muy sugestivo que me condujo a leer el artículo con curiosidad.
    Se me ocurrió que estaría relacionado con algo así como la “cosificación” de la vida.
    Estoy de acuerdo con la idea. Dejar espacios o despojarnos de lo “viejo” para dejar lugar a cosas nuevas es necesario. Entre cambios y permanenecias vivimos, y lo importante es saber cuándo deshacernos de lo que no nos hace bien para intentar ser mejores. Cambiar por cambiar, tirar por tirar no, pero cambiar para mejorar SI!!
    Gracias por tu artículo!!

    1. Beatriz, gracias por tu comentario del que destaco lo de… “lo importante es saber cuándo deshacernos de lo que no nos hace bien para intentar ser mejores”, sin duda uno de los verdaderos secretos de la Vida…

  2. Pues bueno señor Antonio tiene usted el blog desierto, yo voy y lo animo y usted no puede contestar, no digo no quiere, digo no puede. Sencillamente porque mis comentarios no los puede contraargumentar.

    1. Amadeo, este Blog tiene la vocación de publicar todos los comentarios de sus lectores siempre que se atengan a las más comunes normas de cortesía, entre las cuales se encuentra la libertad de respuesta a los mismos de cualquiera de los suscriptores, incluso del autor…

  3. Es la idea del mapa cognitivo de nuestro espacio vital ( Tolman + Lewin ).
    La cuestión es que no se convierta en una ” mueblerización ” del ser humano
    Desde un punto de vista kantiano, la persona vale por sí misma

  4. Pues yo tengo algun mueble en casa que eran de mis abuelos o sea mas de 100 años., y a gusto que están

  5. Ingeniosa e inteligente forma de plantear una realidad cierta como la vida misma.
    Hay que limpiar la casa de lo que no vale ya, por una u otra circunstancia y actualizarla. Pero eso no quita para conservar lo antiguo que nos da presencia y carisma, fortaleciendo nuestra personalidad y realzando nuestra imagen social y culta.
    Me ha gustado tu exposición, saludos cordiales @GcaEjm
    Desde mi atalaya un lunes más al sol

    1. Emilio, gracias por tu comentario que se encuentra en sintonía con la parte de mi artículo que dice…

      “Admitiendo que la rutina en forma de cotidianeidad es, de todos los estilos de vida, la gran equilibradora existencial por su efecto facilitador de la serenidad, también es cierto que su desmedida extensión a la totalidad de momentos y situaciones de nuestra vida puede llevarnos a una especie de analgesia actuacional que nos instale en la peligrosa y depresiva repetición vital”.

  6. Hola, buenos dias.
    Lo primero que buen titulo del post, me ha llamado la atención lo “de la mueblerización”.

    La vida conforme uno se hace mayor, se vuelve más estable emocionalmente, más conservador, se mueve menos. Digamos que ya ha hecho su vida, ha tenido sus hijos si ha tenido oportunidad y acepta hasta donde ha llegado.
    Por muchas generaciones así ha sido, así nos han enseñado, no hay mas que ver las películas de blanco y negro, donde uno se hacía funcionario o una se dedicaba a cuidar de su prole y lo aceptaba.

    Los tiempos han cambiado para muchos millones de personas, yo me encuentro entre ellos. Ahora nos dicen, parafraseando tu artículo, que tenemos que comprarnos un sofá nuevo, pero no sabemos de que forma, ni que color.. no nos han enseñado, no tenemos cultura de ello.. pero a fuerza toca.. y al final compraremos un sofá nuevo.

    Un saludo
    Juan Toro
    Ingeniero en Topografia, Geomática, Gestor y Consultor Técnico Comercial, Formador, Social Media Community Manager.
    Explorando nuevas actividades profesionales adecuadas a mi perfil y experiencia. Búsqueda activa de empleo
    http://es.linkedin.com/in/juantororebollo
    http://www.interesporlageomatica.com

    1. Juan, gracias por tu comentario que acertadamente plantea la dificultad del qué y el cómo cambiar algunos aspectos de nuestra vida. Sin duda es complicado generalizar, pero yo me atrevería a recomendar que lo primero es ser consciente de la necesidad y conveniencia del cambio, que en la mayoría de ocasiones ni tan siquiera eso llegamos a tener claro…

      1. Hola Antonio, gracias por tus palabras, me alegro que te guste el comentario.
        Si también estoy de acuerdo con ello, lo daba por obviado, para cambiar y tener exito, hay que realmente querer hacerlo.
        Y es que.. salir de “la zona de confort”, resulta muy complicado. Me acuerdo del libro que recomiendo.. ¿Quien se ha llevado mi queso?
        Un saludo

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.