Me llamo Antonio, soy varón y tengo la sensación de que la ONU se olvidó de mí al configurar su calendario anual de Días Internacionales. Esto no sería tan grave si no fuera porque, junto a la mía, la omisión alcanza a la mitad de la población mundial. El resto, desde hace más de un siglo, ya tiene en todos los marzos su representatividad.
En un intento por focalizar la atención mundial hacia aquellos asuntos globales y de interés que siendo relevantes requieren de una necesaria reparación, la Organización de la Naciones Unidas hace algunas décadas instituyó una suerte de internacional competición con el santoral cristiano al dedicar ciertos días del año al recuerdo, la publicidad y en algunas ocasiones a la reivindicación. Batalla presumiblemente perdida pues, no siendo festivos, su atractivo popular seguro es menor, pese a los esfuerzos exagerados de los medios de comunicación por darles notoriedad.
El pasado 8 de marzo, un año más, se celebró el Día Internacional de la Mujer, que si antes incluía lo de Trabajadora ahora parece que ya no. Quizás ello sea para no limitar la atención a uno solo de los aspectos que preocupan a las féminas y así aprovechar la jornada para extender el ámbito reivindicativo, además, a todo lo demás. Por ellas, sinceramente no me parece mal. Nunca quitaré a nadie su derecho a reclamar lo que considere merece, siempre que ello discurra por los cauces del respeto general.
Pero… ¿y yo? Soy hombre y no por ello carente de demandas también ante la sociedad, que algunas bien podría considerar propias de mi género pues estimo no solo son mías sino que afectan a muchos varones más (demandas que para no distraer el objeto de este artículo no es ahora el momento de identificar). ¿Cuál es la razón por la que, como hombre, no se me facilita también un Día de visibilidad y expresión internacional? ¿Será quizás por una suerte de condena secular al silencio que debo penar por los excesos pasados y presentes cometidos por aquellos varones que nunca me representarán? Pueda serlo, pero en mi opinión esto no es lo principal, pues si seguimos buscando soluciones por el camino de los bandos llegaremos al destino de los reinos (de taifas), enfrentados siempre pero obligados a cohabitar.
No puede haber mayor paradoja que la de pretender acercar en derechos y obligaciones a los dos géneros de la especie humana desde la reivindicación corporativa y particular de mujeres y hombres, cada cual por su cuenta y lugar (Día Internacional de la Mujer y si fuera el caso, Día Internacional del Hombre). Así, siempre iremos mal pues desde trincheras enfrentadas y armadas solo hay posibilidad de herir y matar, nunca de pactar.
Siempre he defendido el dialogo en mesa circular, donde posicionalmente nadie es de nadie pues todos se encuentran juntos al estar siempre en un mismo lateral. Por tanto, no se trataría de compensar buscando otro Día Internacional… para la defensa masculina sino más bien plantear uno solo, el de la Persona como tal y sea cual sea su condición sexual.
Incluso mejor, podría ser festivo, el que celebraría la ilusión por compartir desde la búsqueda del derecho a la equidad una vida que bien merece la pena juntos caminar…
Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro
La reflexión que haces seguramente medio mundo o un poco más la compartirán, cuando menos yo me sumo a tu opinión. Sin embargo, lo importante es una invitación a que diariamente festejemos a la persona con cada una de nuestras acciones en favor de la reivindicación de lo humano, es decir trascender con cada una de nuestras acciones en el trabajo por construir un mundo en convivencia con respeto a la diversidad. que nuestro diario hacer este dirigido a la valoración de uno con los demás sin etiquetas de festividades de plástico dictadas por ordenes internacionales que únicamente buscan justificar las atrocidades de la injusticia de sus políticas de sometimiento de injusticia y de falta de sentido auténticamente humano.
Ignacio, gracias por tu comentario que en general debo compartir por inclusivo y desmitificador…
Antonio, la verdad es que la existencia de ese día es irrelevante. Lamentablemente te equivocas cuando te refieres a “excesos pasados” ya que es ahora cuando las mujeres pagan mucho más por un plan de salud, ganan un 30% menos que un hombre para un mismo cargo, formación académica, experiencia y capacidades, hasta hoy una mujer tiene que pedir la firma del esposo cada vez que desea hacer un movimiento con SU Empresa de responsabilidad Limitada que en nada afecta el patrimonio familiar y de la cual el hombre no forma parte ni en propiedad ni en aporte de capital, en fin, hay tantos excesos y desigualdades que hombres y mujeres amparan hasta el día de hoy…. .. No quiero más celebraciones, quiero las mismas condiciones 🙂
Verónica, gracias por tu comentario que recoge solo partes de mi artículo y no su totalidad, lo cual puede tergiversar su contenido. Cuando te refieres a mi equivocación al mencionar “excesos pasados” omites lo que a continuación escribo y textualmnete es…
“¿Será quizás por una suerte de condena secular al silencio que debo penar por los excesos pasados Y PRESENTES cometidos por los de mi asignación sexual?. Pueda serlo, pero en mi opinión esto no es lo principal pues si seguimos buscando soluciones por el camino de los bandos llegaremos al destino de los reinos (de taifas), enfrentados siempre pero obligados a cohabitar”.
Que gran dia sera ese que podamos olvidarnos, de blancos y negros, mujeres y hombres, guapos y feos, etc, etc, etc, y celebremos el dia de las PERSONAS, con mayuscula
Juan, los hechos comienzan por los deseos…
hola Antonio,
me ha parecido una reflexión muy acertada, y yo pienso lo mismo, deberíamos tener un día para todos, para aprender a convivir y ser mejores personas, y no convertir esto en una guerra de genero…. así que la idea acertada es que lo celebremos juntos y que no permitamos que nos manipulen y nos dividan….. y recordar que estamos juntos lo queramos o no….y yo voto.!por una convivencia feliz entre todos!
Paqui, gracias por tu comentario conciliador…
Yo también abogo por un Dia Internacional de la Persona. Creo que sería una forma de dejar el GENERO a un lado y luchar por los derechos para todos por igua, independientemente de si se es hombre o mujer. Sin embargo, sí es cierto que existen diferencias respecto a estos derechos actualmente, sobre todo a nivel laboral (menor salario, despido por tener la oportunidad de traer un hijo al mundo, penalizando por ello a la mujer, cuando generalmente esta decisión es tomada por hombre y mujer…). En fín, todavía existen determinados colectivos (machistas y feministas) que consideran que hay que luchar por ello. Y en cierta manera, lo entiendo, pero no lo justifico.
Lidia, gracias por tu ponderado comentario que evidencia la realidad actual que todos deberemos empeñarnos en mejorar…
Aun siendo yo mujer, me parece contradictorio que establezcan un dia para ” honrar, reconocer, reeivindicar y de paso celebrar ” a la mujer, queriendo hacernos sentir bien, cuando por otro lado la imagen o figura de la mujer es usada de una manera deshonrosa y ofensiva por los medios para publicitar un producto, buscando atraer la atencion y seducir las mentes. Peor aun, si consideran que nacieron de una mujer que merece respeto.
Por otro lado, si como dice la Biblia , que es la palabra de Dios, la mujer fue creada por Dios como ayuda idonea para el hombre, diciendo Dios: no es bueno que el hombre este solo; de igual manera, Dios establecio que el varon sea cabeza de la mujer, entonces donde esta la honra para el varon al no considerarle tambien .
Asi que muy en su derecho Antonio de expresar su inconformidad. Saludos y bendiciones.
Blanca, gracias por tu comentario respecto del cual diré que comparto opinión en lo referido a la utilización discutible de la figura de la mujer en la publicidad, si bien el centro de mi artículo se refería no tanto al derecho de las mujeres a la igualdad (que estimo indiscutible) sino al la defensa del mismo, ¿juntos o por separado…?.
¡ Pues fíjate Antonio, esa misma pregunta: “¿Por qué no un Día Internacional de la Persona?” me la planteo cada Día Internacional de la Mujer!
Y mira que soy mujer, aunque me identifique. primero, con ser persona.
Pero que manía con lo de “hombres” o “mujeres”, si al fin y al cabo estamos todos en el mismo barco…cierto que los hombres lo tienen peor en caso de naufragio, por eso de “las mujeres y los niños primero”. ¡Lo siento!
¿Acaso no es un puro accidente el haber nacido hombre o mujer?
Yo también quiero el Día Internacional de la Persona.
Un saludo y gracias por tus artículos.
Roser, gracias por tu sensato comentario que comparto…