LA AMENAZA Y LA OPORTUNIDAD

Cima del Veleta1

Tras finalizar Marathon-15%, hace un año ya, decidí descansar física y mentalmente por un tiempo de los retos pero claro, sin dejar de entrenar, pues nunca los he necesitado como estímulo para garantizarme la continuidad. El no ser aficionado a correr carreras populares me lo facilitaba y solo parecía que un nuevo desafío personal podría romper ese pacto que quería preservar.

Pero la casualidad en ocasiones es muy traicionera y sin buscarlo me encontré con el anuncio de la “XXXII Subida Internacional Granada-Pico Veleta” (50 km., con casi 2.800 m. de ascensión, desde los 626 m. de altura de Granada hasta los 3.390 m. del Veleta), a celebrar el próximo 7 de Agosto y que tiene la consideración de ser la subida más dura del mundo (5,5 % de pendiente media en 50 km.), aunque yo defienda que no es comparable a Marathon-15% (15% de pendiente media en 42 km.). Sin mayores consideraciones, me apunté y para reconocer la parte más exigente del trayecto, en los primeros días de Junio, me trasladé a Sierra Nevada para realizar la ascensión de los últimos 14 km. desde Pradollano (donde se encuentran todos los apartamentos de la estación de esquí y el Centro de Alto Rendimiento) al Veleta, con vuelta también a pie.

Embarcado en este sorpresivo nuevo proyecto, algo me hace sentir culpable por traicionar mi pacto de descanso y a la vez estoy contento por abordar otro desafío de los de verdad. Y así, recuerdo un fragmento contenido en “La amenaza y la oportunidad”, la Crónica 72 de “Marathon-15%: 115 CLAVES DE SUPERACIÓN PERSONAL” que dice…

“No hay reto o proyecto en la vida que no podamos doblemente caracterizar, bien como amenaza o bien como oportunidad. Como amenaza, porque todo lo iniciado por propia voluntad nos debe obligar con trabajo a procurarlo finalizar y de no producirse esto sin una causa justificada, con seguridad que algún perjuicio nos ocasionará. Como oportunidad, pues es indudable que cualquier logro abre puertas a otros más. Esta intrínseca dualidad se encuentra siempre disponible para quien en conjunto la quiera contemplar y no se enfoque hacia uno solo de los aspectos, que por lo normal suele coincidir con el más negativo y fácil de identificar.

La vida me ha enseñado que es posible elegir el cómo mirar: si asustado por ver en todo una amenaza que atenta constantemente contra mi integridad o alertado por descubrir que oportunidad se esconde tras cada problema y como la soy capaz de aprovechar. Solo es una cuestión de actitud personal…”

Saludos de Antonio J. Alonso

UN AÑO YA…


Hoy, día de mi onomástica, se cumple el primer aniversario de mi récord mundial de desnivel positivo en maratón (6.232,86 m. ascendidos) que relato y reflexiono en “Marathon-15%: 115 CLAVES DE SUPERACIÓN PERSONAL”, cuya “Crónica 1” titulé… “El sentir y el pensar” y ahora recuerdo con la nostalgia de aquellos ilusionantes comienzos llenos de incertidumbre, compromiso y voluntad…

“Siento la ilusión casi infantil por alcanzar un objetivo que jamás soñé tentar. Siento una tremenda responsabilidad porque ya se lo he contado a todos y no les quiero defraudar. Siento una angustia sobrevenida ante la exigencia extrema del entrenamiento que en breve deberé afrontar. Siento una gran curiosidad por saber hasta cuándo y dónde mi cuerpo podrá aguantar. Siento que vuelvo a ser joven sin serlo, pues solo los amores y los nuevos retos generan en nosotros esa capacidad. Siento que comienzo lo que ya no tiene vuelta atrás.

Pero también pienso. Pienso en conformar mi programa de entrenamiento y cómo evolucionará. Pienso en que deberé buscar quienes me acompañen en esta aventura solitaria pero que puede beneficiarse de la participación de los demás. Pienso en como comunicar mi reto para hacerlo público y no por afán de notoriedad, sino para que pueda servir de estímulo a quienes ven como un obstáculo en la vida a la edad. Pienso también en como validar una prueba nueva que carece de precedentes y por tanto de señas de identidad. Pienso, en fin, que lo que a partir de ahora haga determinará mis posibilidades de éxito por lo que no lo puedo improvisar…”

Saludos de Antonio J. Alonso