¿Trabajar en lo que queremos o en lo que podemos…?

Trabajar en lo que se quiere o puede

A la pregunta que titula esta Coach-tión, la primera respuesta que impulsivamente me nace desde la evidente constatación es… en lo que podemos. Pero si me detengo algo a meditar puede que conteste a la manera gallega un… depende, que tras un análisis mayor seguro se convertirá… en lo que queremos, aunque esto último requiere de una explicación para no ser yo confundido con quienes lo defienden pero desde otra muy diferente posición.

Cuando todavía estaba cursando mis estudios universitarios conocí a alguien cuya primera conversación, al explicarme su trayectoria profesional, me cautivó. Era algunos años mayor que yo y ya disfrutaba de gran notoriedad profesional en el sector de la publicidad española, mundo al que accedió según sus palabras desde cero, con determinación y por cansancio de su anterior ocupación con la que valientemente rompió para explorar la que consideraba, sin presuntamente conocerla, su verdadera vocación. Dicho así, tanto el lector como entonces yo considerará como modelo de trabajar en lo que se quiere a ese señor que llegó a dirigir una de las agencias nacionales de publicidad de mayor facturación, aunque eso sí, por herencia fortuita de un familiar lejano y no querencia de un clarividente e imperturbable espíritu emprendedor. Del farsante aprendí una impagable lección.

Desde aquello, introduzco en el cajón de la cuarentena para su demostración toda manifestación estentórea que escucho de éxito en cualquier profesión que sea sospechosa de pertenecer a las fantasías animadas de ayer y de hoy. Que sea fruto de embustes propios de quienes la arrogancia les desborda, disfrazando la realidad de ropajes de embaucador. No nos engañemos, todo es mucho más complicado a la hora de cristalizar laboralmente una ilusión y no se resuelve solo con animar el deseo de un trabajo mejor.

En estos tiempos de acerbada competitividad triunfan las corrientes de pensamiento positivista que ejercen de bálsamos chamánicos para aquellas personas que los escuchan solo con el corazón, pues no resisten cualquier análisis de la razón. Una de estas tendencias proclama irresponsablemente la posibilidad universal de trabajar en lo que se quiere, lo que directamente es una contradicción por razones obvias de saturación (por poner uno de los muchos ejemplos posibles, no puede haber tantos médicos como vocaciones personales de serlo). Más que posibilidad, habría que hablar honestamente de probabilidad y ello pese a su bajísima dimensión. Tratar de convencer a todos de que podrán alcanzar su actividad laboral soñada es la mejor forma de fomentar, sobre todo hoy, la insatisfacción personal por fracaso y lo que es peor, la temida depresión por frustración.

No nos equivoquemos, todos trabajamos en lo que podemos, lo cual en muchas situaciones no debe estar en contradicción con que ello pueda ser también lo que queremos, pues en esta vida es de sabios lograr combinar el poder con el querer como mejor ejercicio de adecuación a una realidad que, por difícil, lo que exige es fluida navegación. Evidentemente no hablo de resignación, sino de búsqueda proactiva para encontrar en lo que hacemos hoy algunos motivos de satisfacción. En entender que cada trabajo, aun no siendo el deseado, esconde posibilidades de justificación que solo podrán descubrirse desde la actitud serena de quien interpreta su vida no como una desbocada competición, sino como un largo y personal camino de realización en el que también cabe por momentos la adaptación.

Trabajar en lo que queremos pasa primero por aceptar sin frustración trabajar en lo que podemos a la manera de un Marco Aurelio cuando, hace más de dos mil años, sabiamente nos recomendó el… no obstinarse en lo improbable, luchar por lo probable y antes, distinguir entre los dos

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro

12 respuestas a «¿Trabajar en lo que queremos o en lo que podemos…?»

  1. Sí que puedes, es la voluntad, ya sea por responsabilidad a su persona o para amparar a sus seres queridos, el ser humano nace y lleva en su ser el sobrevivir, exitir, crear y mejorar sus habilidades como ser humano, independientemente de su época, no todo es dinero, hay que trascender, y esto se logra trabajando y mucho.

  2. Buenos días:

    Este artículo me viene idóneo para situación laboral por la que estoy pasando. Disfruto de mi trabajo, estoy en el desde hace 27 años por voluntad, así lo decidí (soy docente), cuando me encierro en el aula se me hace corto el tiempo, tienen que recordarme que ha terminado la clase en ocasiones. No me importar invertir las horas que sean necesarias para mi preparación, renovación personal y profesional.
    Sin embargo estoy en la tesitura de agotamiento mental, ¿tengo que abandonar esta profesión?. ¿Cómo la abandono?. ¿A dónde me dirijo?. ¿ Ahora es le momento idóneo?. Me veo abocada a realizar estas preguntas, a consecuencia de presiones de compañeros de trabajo, de enfrentamientos personales y profesionales, de no escucharnos, de prevalecer los comentarios fuera de tono.
    ¿Entonces que debe estar presente?.
    Mi satisfacción profesional que me encuentro feliz en mi trabajo, o mi satisfacción personal y abandonar ante las presiones y desencuentros con ciertos compañeros.
    Es un sentimiento de encajonamiento y ante la situación de crisis y situaciones familiares hacen difícil la decisión.
    Creo que ante esta situación la decisión es muy difícil y crea situaciones infelicidad que no nos merecemos.

    Un saludo

    1. Berta, gracias por tu comentario que precisamente ilustra mucho de lo que he pretendido trasladar en mi artículo. La situación que describes (como todas) es poliédrica, lo lleva a la dificultad de su resolución. No puedo aconsejarte mada sin grave riesgo de errar por desconocimiento. No obstante me atrevo a sugerirte que intentes determinar cuanto hay de estructural y de coyuntural en tu realidad actual…

  3. Antes de empezar a leer el artículo mi pensamiento fue “trabajamos en lo que podemos que, a veces coincide con lo que nos gusta”.
    Estoy de acuerdo contigo, en lo que uno trabaja es fruto de diferentes variables que intervienen en nuestra vida, por supuesto una de esas variables es lo que queremos pero que hayamos elegido lo que queremos entre varias opciones no implica que entre estas estuviera lo que “de verdad” queremos.
    Cuando uno finaliza sus estudios, en la mayoria de los casos no sabe bien lo que quiere. Creemos que lo sabemos pero cuando uno empieza a desarrollarse en el ámbito laboral es cuando empieza a descubrir lo que le gustaria más.
    Considero que al inicio uno trabaja en lo que puede y después, una vez se adquiere una experiencia y un conocimiento real de lo que uno quiere o de con lo que uno se siente realizado o lo que le es más conveniente es cuando puede empezar a dar los pasos para acercarse a ello y se pasan por etapas en las que trabajas en lo que quieres o muy cercano a ello pero matizarias ciertas cosas, como las condiciones laborales en cuanto a salario, horario, etc.
    A veces dando los pasos acertados y encontrando o generando la situacion propicia consigues trabajar en lo que te gusta, de la forma que te gusta. Aunque creo personalmente que si se trata de una persona con ambición profesional, personal siempre se encuentran cosas que mejorar, sino fuera así cuando uno llegase a esa meta…no podría entrar en cierta desidia sin otras metas por alcanzar? Ya desde otra posición, claro está.

    1. Ana, gracias por aportar tu opinión, sin duda muy cercana a la mía. Inicias tu comentario dicendo… “Antes de empezar a leer el artículo mi pensamiento fue “trabajamos en lo que podemos que, a veces coincide con lo que nos gusta” y tengo la sensación de que después de leerlo sigues pensando lo mismo, a tenor de lo que luego manifiestas…

  4. Antonio, ni totalmente de acuerdo ni totalmente en desacuerdo con tu artículo, Parece un comentario poco jugado pero atiende a la realidad.
    La posibilidad de hacer lo que uno quiere suele suponer dos condicionantes inevitables, el enfoque y precisa fijación de mis metas y las posibilidades de disponer u obtener los recursos necesarios para alcanzarlas.
    Es verdad que la mayoría de nosotros, sobre todo al comienzo de nuestra vida laboral se desempeña en lo que puede, pero a medida que transcurre el tiempo tenemos muchas mas posibilidades de desempeñarnos en lo que queremos si realizamos las opciones correctas (a nuestros intereses) y tomamos los riesgos que estas conllevan.
    El camino hacia mi meta puedes ser mas o menos sinuoso, pero si tengo clara la misma en cada opción que debo tomar frente a las diferentes oportunidades que se me presentan tarde o temprano estaré haciendo lo que quiero.
    Hay un determinismo de las condiciones de vida y el medio en que se encuentra el individuo que implican la mayor o menor disponibilidad de recursos para el logro de los objetivos, pero apoyo fervientemente por haberlo experimentado personalmente y verigico innumerables ejemplos cotidianamente en que uno puede trabajar en lo que quiere, tarde o temprano si “sabe que es lo que quiere hacer” y toma todas las decisiones de su vida sin perder de vista su objetivo.
    Un cálido saludo desde Uruguay!

  5. Te leí y no estoy de acuerdo, respeto tu punto de vista, sin embargo, te olvidas de que cada instante es una elección y en la medida en la que tu conciencia es mayor, tu capacidad para asumir las consecuencias de esa elección es mayor. Cualquier pretexto que pongas para decir que no estás trabajando en lo que quieres es válido, pero pensar que los demás no tendrán esa oportunidad me parece poco prudente, “trabajar en lo que quieres” puede ser cualquier cosa y en cualquier momento, trabajar con la remuneración económica o financiera que quieres me parecería más apropiado. Al final sigo pensando que todo es una elección, y este comentario me implicó un trabajo que quise y disfruté mucho.

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