¡Ser más Causa que Efecto!

Ser mas causa que efecto

Cuantas veces nos empeñamos en explicar el secreto de la felicidad con inacabables ensayos, procelosos estudios e insufribles volúmenes que mas que aclarar siempre terminan despistando, cuando una simple frase puede encerrar toda la sabiduría de una gran verdad.

La felicidad, ese secreto que todos buscamos y nadie sabe quien encuentra, no es tan difícil de comprender aunque sí de alcanzar. La felicidad no es más que la consecución de nuestros deseos. Ni menos, ni más. Ser feliz se consigue al hacer realidad lo que deseamos para nosotros (y los nuestros) y aquello que cada uno quiere es patrimonio de su propio libre albedrío y las normas de convivencia social.

Por tanto, podemos decir que la felicidad indefectiblemente se conjuga con los verbos conseguir, alcanzar, lograr y como todos sabemos los verbos expresan acción. No hay felicidad sin actuar. La inacción siempre nos llevará a ese limbo del desencanto marcado por el verbo resignar.

Al actuar provocamos que las cosas ocurran, convirtiendo la acción en causa de los resultados buscados. Pero sin acción todo nos sobreviene convirtiéndonos, como una hoja mecida por el viento, en efecto pasivo de algo que casi siempre no hemos querido alcanzar.

Si somos capaces de entender que la felicidad es el efecto que determina la causa, que mejor causa que nosotros mismos para ser felices para lo que hay que…

¡Sér más Causa que Efecto!

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro

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