Mi Pregunta más Poderosa

Soy de los que piensan que una pregunta siempre vale más que mil respuestas pues, estas, realmente solo lo son si antes se formula aquella. Además, la pregunta abre los caminos que las respuestas tienden a cerrar. Preguntarse por todo lo que es y debe ser de nuestro interés es la mejor forma de sabiduría pues saber no es aceptar, almacenar y detenerse, sino cuestionar, aligerar y avanzar.

El conocimiento humano necesita de la pregunta que, como el disparo de un arcabuz, se expande en todas sus posibilidades de contestación para ofrecernos la oportunidad de poder elegir la respuesta más nos pueda interesar. Si entender lo que nos rodea es necesario, entendernos a nosotros mismos es imprescindible y anterior. Todo proceso de conocimiento comienza desde el yo (por ser lo más próximo) y continua necesariamente hacia el ello, en un recorrido eternamente circular.

Pero para conocerse bien es conveniente no aceptarse totalmente, evitando así el peligro de dar por cerrada una realidad personal (la actual) que siempre puede ser susceptible de mejorar si evitamos la autocomplacencia y la resignación vital. Cuestionar constantemente nuestro caminar nos puede llenar de inquietud, esa que paradójicamente siempre es necesaria para movernos a cambiar a otra ruta que nos permita avanzar más.

En mi trabajo como Coach utilizo mayoritariamente la pregunta como recurso movilizador de las conciencias y espejo reflectante de las idiosincrasias para conseguir los objetivos deseados. Preguntar no es difícil, aunque hacerlo atinadamente para acertar en la diana racional y emocional de cada cual representa el reto más importante de quienes nos dedicamos a esta actividad.

Mi experiencia me ha permitido llegar a manejar una numerosa colección de Preguntas Poderosas (así se las llama en Coaching) que utilizo predeterminadamente con quien y cuando conviene. De todas ellas, si desgraciadamente tuviera que elegir solo una como la más incisiva, holística, movilizadora, comprometedora y desencadenante de reflexiones vitales, seria esta:

Elige solo tres palabras que definan exactamente (cada una de ellas), como ha sido tu vida pasada…, como es la presente… y cómo será la futura…

De las respuestas depende el futuro de cada cual… 

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro

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