…como la ausencia amada no puede ni debe tener pronta sustitución, quien en otros la busca con urgencia y desesperación comete el peor error, que es administrarse una anestesia sin receta alguna que valide su prescripción. Encadenar relaciones sentimentales para enterrar la inmediata anterior o para vivir el engaño del primer furor, solo lleva a la inestable dependencia exterior y a olvidarse del propio yo. Por fortuna, fui pronto conocedora de todo ello, asumiendo con estoicismo mi renovada soledad y mi desconsolado dolor…
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