La Ideología en el Cine no debería contar

El pasado 14 de septiembre, coincidiendo con mi cumpleaños, tuve la oportunidad de acudir a una de las actividades propuestas por la edición vigésima del prestigioso “Hay Festival” en su sede de Segovia. Se trataba de la proyección de la película “Aún estoy aquí” de Walter Salles, multipremiada con galardones como Mejor Guion en el Festival de Cine de Venecia de 2024, Mejor Actriz de Drama para Fernanda Torres en los Globos de Oro de 2025 o el Óscar de ese mismo año a la mejor Película Internacional. La singularidad del pase radicaba en la anunciada presencia de Marcelo Paiva, hijo del coprotagonista real de la película y autor del libro en que esta se vino a inspirar. Finalmente, por problemas de salud, Marcelo no pudo asistir y fue su hermana Nalu Paiva quien le sustituyó y a la que al finalizar la proyección pude preguntar su opinión sobre la interpretación que Fernanda Torres hace de su madre (Eunice), contestándome que, aunque técnicamente era irreprochable, no destilaba su delicadeza y feminidad. En cambio, me dijo que Selton Mello encarnó a su padre con tal verosimilitud que por momentos lo veía real.

La película relata la lucha durante décadas de Eunice Paiva y sus cinco hijos (dos de los cuales he nombrado con anterioridad) por conseguir del Estado brasileño la certificación oficial del fallecimiento de su esposo Rubens, un excongresista que fue secuestrado (y asesinado) en 1971, durante la dictadura militar.

Nadie (y menos yo) podrá negar los méritos técnicos y artísticos de “Aún estoy aquí”, encumbrada por la crítica especializada en 2024 hasta lo más alto del ranking mundial. Sin embargo, este sobresaliente desciende a notable según mi opinión, que nunca recoge el componente ideológico de las películas, ese error de siempre que tanto confunde a los demás. Soy consciente de la imposibilidad de la creación cinematográfica objetiva y que la denuncia sociopolítica se configura en género aplaudido por quienes son partidarios de lo que se pretende recriminar. Pero la valoración de las películas no debiera incorporar filias y fobias doctrinarias, porque estas son personales y por consiguiente ajenas a lo general. El Cine de derechas o de izquierdas será bueno o malo con independencia de lo que nos quiera contar. De lo contrario, bodrios antitéticos como “Raza” (José Luis Sáenz de Heredia-1950) o “Queimada” (Gillo Pontecorvo-1969) seguirán reinando en las listas de aquellos que solo ven de la vida una mitad…

Pregun-tiones… 260

¿Por qué… en los medios de comunicación ya no se pregunta directamente y se utiliza el… “yo no sé si…”?

Antonio J. Alonso Sampedro

Pregun-tiones… 259

¿Por qué… la Ley admite que una persona imputada en los tribunales de justicia pueda mentir en beneficio propio y un testigo no?

Antonio J. Alonso Sampedro