Corona-tiones… 11

“YO CONFIESO”… QUE HE OBRADO MAL

Solo 3 días, pero aun así sin justificación alguna que valga ante la necesaria medida del confinamiento total.

Llevado por la inercia brutal de casi cinco décadas de intenso ejercicio físico (con una media de faltas de solo 4 o 5 jornadas al año), durante los tres primeros días de Alarma Nacional subí y bajé varias veces y en soledad los once pisos de la escalera de incendios de mi comunidad (separada de cada rellano por dos puertas metálicas de seguridad), hasta que en el último algo me vino a iluminar (coincidí con un padre y su joven hija que bajaban al portal), haciéndome entrar en una razón que transitoriamente había perdido, cegado por la drogadictiva dependencia de una exigencia física aeróbica que, ante el aval de cualquier posible excusa, solo era y es particular.

Pido perdón por no haber visto a los demás…

Corona-tiones… 10

LA “PSICOSIS” QUE NO DEBERÍA SER TAL

Una manera muy eficaz de enfrentarse a los problemas es la de relativizar, comparando con otros casos ese que nos angustia por su aparente gravedad.

Recién anunciada la moratoria del confinamiento domiciliario por dos semanas más, de momento y en total serán cuatro las que deberemos guardar. Aun en el caso de que estas se doblasen o incluso se llegaran a triplicar, habríamos permanecido privados de libertad dos o tres meses, plazo del que se reiría cualquier recluso condenado a cárcel por varios años y en condiciones vivenciales de mucha mayor austeridad.

Los medios de comunicación señalan la “Psicosis” que sufre parte de la población encerrada en sus casas (me refiero a los adultos, claro), alimentando algo ridículo que no debería ser tal…

Corona-tiones… 9

HAY QUE CONFIAR EN QUIEN SABE MÁS

Hay un curioso hombre que comparece todos los días ante los micrófonos de la radio y las cámaras de televisión para informarnos de la actualidad sanitaria de la epidemia del Coronavirus, cuya flema británica entreverada de una inusual espontaneidad traslada familiaridad y seguridad. De mirada acerada, con cabello y cejas alborotadas, viste como si se encontrase confinado en su casa y habla con voz de metal. Se llama Fernando Simón y trabaja en el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias desde 2004, periodo lo suficientemente extenso como para afrontar con reconocido éxito varias crisis (listeriosis de la carne mechada, ébola, etc.) que avalan su competencia en una responsabilidad que ha sido ratificada por todos los Ejecutivos que desde entonces nos han venido a gobernar.

No le conozco más. No sé si ahora lo estará haciendo bien o mal. Pero anteayer, bajo la sospecha personal de estar contagiado, llegó a faltar a su cita diaria y eso me llenó de ese tipo de inquietud que genera la confianza depositada en quien sabe más…

Corona-tiones… 8

AHORA TAMPOCO ES TIEMPO DE ROBAR

Hasta los malos parece que están tomando conciencia de la necesidad de guardar el aislamiento domiciliario y han decidido dejar de trabajar.

De entre la oceánica marea de datos que en estos días inunda nuestra capacidad mental de procesar, hay uno especialmente curioso y es el de la reducción a la mitad de la delincuencia habitual. Si la lógica nos lleva a pensar eso de que… “a río revuelto, ganancia de pescadores”, la realidad nos lo viene a desmentir para constatar que ahora tampoco es tiempo de robar…

Corona-tiones… 7

UNA “VENTANA INDISCRETA” EN CADA HOGAR

La curiosidad del ser humano es tal que, desde que la Televisión descubrió que la podía contentar, sus programas sobre la privacidad de las personas baten récords de popularidad. Ese “Gran Hermano” universal (La TV y la Inteligencia Emocional) nos embelesa por mostrarnos como son y lo que hacen los demás.

“La ventana indiscreta” (A. Hitchcock-1954) también vuelve a estar de actualidad, ahora que las restricciones a la movilidad obligan a enseñar esa parte de nuestras casas que el angular de la cámara del ordenador recoge como fondo de los mensajes y chats.

Confieso que, al igual que James Stewart, siento mucha curiosidad…

Corona-tiones… 6

HITCHCOCK, HOY MÁS QUE NUNCA, EN PLENA ACTUALIDAD

La filmografía de Alfred Hitchcock (el mayor creador del cine universal) se distingue, entre otras muchísimas particularidades, por que en sus tramas aparece como habitual la figura del hombre normal que, sin proponérselo, sufre la sospecha ajena por algo que no es o no ha hecho, es decir, por los designios de la caprichosa casualidad.

En cada ocasión que acudo al supermercado a comprar, tengo la sensación de estar vigilado por decenas de ojos que sospechan que soy portador de “la enfermedad”, algo que supongo también les ocurrirá a los demás. ¡Qué diferentes son las manifestaciones de respeto y solidaridad, cada día a las 20:00 h. desde el resguardo del balcón personal, frente al hitchcockniano pasillo del papel higiénico o del salfumán…!

Corona-tiones… 5

UN HOMENAJE PENDIENTE DE OFRENDAR

El mejor amigo del hombre, en los desasosegantes días que nos toca soportar, lo es todavía mucho más. Pese a no ser conscientes de la situación que sufrimos, estoy seguro de que su asombrosa intuición les lleva a interpretar que algo raro ocurre y no solo por el tan parodiado maratón de salidas a mear. El impagable favor que hoy nos ofrecen no está en su salvoconducto para acceder a la calle y pasear, sino por otra razón de mucho mayor calado y cuyas connotaciones terapéuticas, en estos momentos de crisis, seguro que en un futuro se estudiarán.

En una sociedad individual como la que caracteriza a los países desarrollados en la actualidad, los perros se han constituido como el mejor complemento o incluso sustituto familiar. A falta de otras filiales compañías, millones de personas cubren su necesidad emocional con el acompañamiento canino que a más de uno, en esta emergencia sanitaria, está salvando del aislado desamparo y la asfixiante ansiedad.

Cuando el Coronavirus sea vencido, quedará pendiente un merecido homenaje (en estos momentos inexplicablemente inédito) para quienes siempre todo nos lo dan…

Corona-tiones… 4

EL PAPEL HIGIÉNICO: UN EJEMPLO DE COMPRA RACIONAL PERO NO MORAL

Por sus peculiares connotaciones escatológicas (tan afines al humor patrio popular) y su valor monetario testimonial, el humilde papel higiénico se ha erigido en esta histórica crisis sanitaria del Coronavirus como el paradigma de los bienes preciados y de primera necesidad. Así pues y representando a tantos otros productos más, la masiva adquisición que día a día vacía de sus existencias las estanterías de los supermercados españoles ha sido tildada de compulsiva e irracional, lo cual no es técnicamente verdad.

El proceso de decisión de compra de papel higiénico (en mayor o menor grado de profundidad según los procesos mentales de cada cual) sigue una cadena de reflexión parecida a esta:

1- Ahora no necesito papel higiénico pues tengo en casa el suficiente para los próximos días.

2- Cada vez que visito el supermercado observo las estanterías del papel higiénico vaciás.

3- Los medios de comunicación insisten en que el suministro de bienes de primera necesidad, entre ellos el papel higiénico, está asegurado.

4- ¿Hasta donde llega esa seguridad (que obviamente depende de su capacidad de producción nacional)?

5- En caso de que la demanda siga superando sistemáticamente a la oferta se producirá una inevitable rotura de stocks.

6- Entonces nadie podrá comprar papel higiénico durante el tiempo que requiera la recuperación del nivel mínimo de stock de seguridad.

7- Si yo no compro ahora papel higiénico puede que cuando agote mis existencias ya no lo pueda comprar.

8- Lo voy a comprar.

En Teoría Económica este sería un ejemplo de compra racional por más que, evidentemente, no lo sea en Teoría Moral…

Corona-tiones… 3

EL EJÉRCITO: UN COMEDOR SIN UTILIZAR

Hasta hace bien poco, en España era habitual destinar parte de la vivienda al comedor, sin que este se llegase nunca a utilizar. Hoy, la necesidad de rentabilizar los pocos metros cuadrados de los nuevos pisos obliga a una mayor eficiencia y racionalidad.

El Ejercito de España cuenta con unos 150.000 efectivos (entre militares y civiles) que absorben casi 9.000 millones de euros del Presupuesto Nacional (más del doble de la partida… “Servicios sociales y promoción social”) y cuyo sentido y practicidad en la sociedad actual lleva años cuestionándose cada vez más. Esto llevó a que en 2006 se crease la “Unidad Militar de Emergencias” para actuar en misiones civiles de especial gravedad y que suma unos 3.500 efectivos, de los cuales cerca de 1.500 están asignados a día de hoy a labores de contención del Corona-virus. Por tanto, solo un 1% de nuestras Fuerzas Armadas han sido movilizadas para ayudar en esta emergencia sanitaria que al 100% de la población civil le toca batallar…

Corona-tiones… 2

LA CORONA, EL CORONAVIRUS Y LA DEMOCRACIA DESIGUAL

Una de las consecuencias más trascendentales de la Democracia como forma de organización social es la garantía de derechos y obligaciones a todos por igual, es decir, sin distinción alguna particular.

Así pues, nadie podrá negar lo democrático del actuar del Coronavirus como tampoco que la Corona, en una democracia actual, resulta manifiestamente incompatible con la igualdad…