El Cuerpo: algo de lo que nunca te podrás divorciar

Cuerpo

Si lo racional y lo emocional constituyen los dos sustentos más intangibles y libres del trípode que conforma en el hombre su compendio vital, el cuerpo se configura como la tercera extremidad, cuyo carácter eminentemente material nos condena a una esclavitud dependiente de las leyes de la física y la química y por consiguiente de nuestro atento cuidado personal.

El Coaching, además de otras también, es una disciplina que preconiza el cambio como la herramienta principal de desarrollo personal. Yo mismo defiendo convencidamente el cambio enarbolando esta popular declaración de principios, incuestionable y de aplicación universal: si siempre hacemos lo mismo, siempre obtendremos lo mismo. Pues bien, si hay algo en nuestra biografía sin posibilidad evidente de intercambiar ese es nuestro cuerpo, fiel compañero existencial que nunca nos abandonará hasta llegar al final.

Así las cosas, parece difícil de explicar que lo único que en nosotros no tiene sustitución sea aquello que no protejamos con más ahínco y fervor, que aquello que puede condicionar realmente el plazo de nuestro transito por este mundo (tan difícil pero tan cautivador) no sea prioridad y si indolente olvido que esperanzadamente viene a confíar en un aleatorio destino que a nadie asegura la salud ni la longevidad. ¿Cabe mayor despropósito vital…?

Hace cinco años, en El Plan de Pensiones Físico, defendía la conveniencia y posiblemente necesidad de emparejar la prevención económica con la corporal para lograr llegar a nuestro último tercio de vida (25 años o más) en condiciones suficientes de disfrutar en lugar de por falta de previsión, mal vivir y penar. Si todos los que percibimos ingresos somos capaces de realizar hoy un esfuerzo económico por ahorrar (por vía privada y/o cotizando a la seguridad social) con el objetivo de más tarde podernos financiar, ¿qué razón explica que no observemos la misma intención para tratar de asegurarnos una mejor calidad de vida corporal? Parece no haber explicación lógica o… ¿si la hay?

Claro que la hay, pues todo logro en esta vida se mide por esfuerzo y este ejerce como moneda de cambio de lo que queremos y podemos comprar, de lo que aspiramos a alcanzar. En definitiva, cuánto me cuesta conseguir algo y cuanto estoy dispuesto a por ello pagar. Pues bien, todo lo relacionado con el cuidado físico parece que nos supone una cuenta difícil de aceptar, tan cara que llega a no importarnos él como por dentro o por fuera podamos llegar a estar. El mientras el cuerpo aguante o que me quiten lo bailao no parece forma de interpretar una vida que más que gastada debiera ser protegida para ahora y luego poderla realmente disfrutar.

En La Vida en 3D pretendí definir geométricamente nuestra existencia en formato real, tridimensionándola en coordenadas de longitud, anchura y altura, todas susceptibles y convenientes de estirar, siendo la primera esa que corresponde al tiempo por vivir y de quien nuestro cuerpo es el principal guardián. Una vida ancha y alta pero corta, poco volumen nos reportará, pues necesitamos del tiempo para todo y de todo para probar, valorar y finalmente decidir con que nos queremos quedar.

Porque de mi cuerpo no me puedo divorciar, no me avergüenza confesar que desde muy joven llevo cuidándolo con esfuerzos y renuncias pues mi salud es, de todo, lo que más valoro y a la postre siento que ello me revertirá en un horizonte vital todavía pleno de posibilidades de disfrutar de una energética realidad que hoy, a mis cincuenta y dos años de edad, pretendo alargar en cantidad y calidad. Esto mismo, por mí comprobado, recomiendo de todo corazón a los demás…

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro

8 respuestas a «El Cuerpo: algo de lo que nunca te podrás divorciar»

  1. Interesante tu artículo ,triangular la corporeidad( trípode )como expresión,del ser,de un ser integral e integrado .No lo dicotomisas o antagonisas,propio de la influencia griega y gnóstica .

    Al expresar el cuerpo como ” algo ” no sería un ” reducciónismo ” de la
    corporeidad ?,pues no tenemos un cuerpo ,somos seres corporales ,no tenemos una “psique “somos personas .
    .” El cuerpo ” alguien ” de QUIEN nunca te podrás divorciar” ?..
    Solo te aportaría una transcendente dimensión la
    espiritual .gracias me edifico tu comentario .

    1. William, gracias por tu interesante opinión respecto de la cual te debo confesar que al titular mi artículo dudé entre “algo” y “alguien”, decidiendome por lo primero para mejor diferenciar el Cuerpo (común a todos los seres vivos) de la Mente como entendimiento humano…

    2. La cuestión antropológica no está estabelcido en este refrescante artículo, pero es necesario, creo yo, indicarlo, esto es que el Ser humano, esta compuesto de:
      1. Cuerpo (La parte Biológica)
      2. Psique (todo lo que nos hace ser quienes somos: costumbre, religión, experiencias, traumas, Etc.), y lo
      3. Espiritual.
      De tal forma que, cierto es, y muy cierto, que debemos prestar mucha atención al cuerpo, tambien es cierto que los otros componenetes que nos identeifica como ser humano tambien merece nuestra atención.

      ¡Dios os bendiga!

  2. Lamentablemente el cuerpo va envejeciendo, y no es mas que la oxidación del cuerpo y su depreciación. Creo que a parte del cuidado personal deberíamos aplicar herramientas de la bio-genética para rejuvenecer. Porque en una vida nunca logras alcanzar todas tus metas propuestas por la falta de tiempo.

  3. Antonio es un E X C E L E N T E planteo el que haces en tu artículo.- Realmente sin caer en lo obsesivo, lo que más conviene a todo aquel que dice quererse no puede dejar de lado su cuerpo… Por otro lado mucho me gustaría pensar en considerar (además de lo físico y de lo emocional) en esa triangularidad, es lo S O C I A L. El “otro” lo 1ero que ve es lo físico, el físico, o bien el cuerpo.- Creo que considerar lo SOCIAL, acompaña también lo histórico cultural…. (Intento pensar potologías actuales como bulimia-anorexia-obesidad…)
    Gracias por compartir el material.-
    Atentamente. Griselda

    1. Griselda, gracias por tu opinión. Es cierto que lo “social” puede constituirse en otra de las dimensiónes del ser humano aunque en mi artículo me refería a las propias de cada persona como individuo…

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