“12 Hombres sin Piedad: Las Claves del Liderazgo”

Desde 2002 vengo impartiendo en Empresas, Escuelas de Negocios y otras organizaciones un Taller de Liderazgo que ha gozado de gran éxito en todas sus ediciones y que me ha llevado a impartirlo en relevantes foros como por ejemplo (en Julio pasado, en sesión conjunta y exclusiva) a los 17 Presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia de España en la ciudad de la Justicia de Valencia a petición del Consejo General del Poder Judicial.

La singularidad del Taller se fundamenta en la incorporación del famoso “Método del Caso” que utilizamos en las Escuelas de Negocios como principal herramienta formativa pero llevado al extremo, pues “el Caso” (en este caso) es la afamada película dirigida en 1957 por Sidney Lumet, “12 Hombres sin Piedad”, que visionamos íntegramente y tengo secuencializada en 315 cortes, cada uno de los cuales revelador de las mejores y peores prácticas en el ejercicio del Liderazgo, que los alumnos van descubriendo paso a paso a la par que disfrutan con el seguimiento de una trama argumental muy originalmente urdida por el guionista Reginald Rose.

Creo que no extrañará si afirmo que la película me la sé de memoria. Al igual que esos actores de teatro que llevan años de gira con una misma obra y son capaces de recitar todos los diálogos de la obra (los suyos y los del resto de actores), yo también podría hacer lo mismo con todas las escenas.

En el filme identificamos alrededor de 105 rasgos de Liderazgo y cada uno de ellos me brindará próximamente la oportunidad de escribir en este Blog respecto de su conveniencia e importancia a la hora de conseguir desarrollar exitosamente tareas en equipo con la máxima eficiencia y rendimiento.

No obstante y sin descubrir los secretos de la película, hoy quiero destacar una de las competencias del Liderazgo sobre la que gira toda la trama: se trata de la “Duda Razonable”.

Todo Líder debe fundamentar su actuación bajo el principio de la Duda Razonable, que obliga al cuestionamiento y reflexión sobre “lo dado”, no admitiendo las situaciones como obvias e inamovibles, buscando siempre otra alternativa mejor.

“12 Hombres sin Piedad” finalizaría en el minuto 11 (primera votación del jurado) de no albergar Davis (Henry Fonda) una Duda Razonable respecto de la culpabilidad del muchacho al que están juzgando. De manera opuesta, muchas situaciones empresariales son asumidas con resignación franciscana por los directivos, aceptado los resultados que comportan al no aplicar la Duda Razonable como principio de análisis y debate creativo. Sin duda, por este camino, sus empresas desgraciadamente es posible que no pasen del minuto 11…

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro

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