La De-Formación y la Re-Formación

La De-Formacion

Cuanto tiempo invertido y cuanto desperdiciado en las empresas españolas a la hora de mejorar el rendimiento profesional de sus directivos. Y aun hoy, esto sigue ocurriendo.

Instalada la Formación desde hace decenios en la cultura empresarial española como único vehículo de desarrollo directivo (al margen de la experiencia, claro está), no hay mayor error que pueda haberse cometido para impulsar el capital humano de aquellos que lideran nuestras organizaciones.

Por su misma definición, la Formación tiene por objeto el enseñar y lo que siempre hemos conocido por el apelativo genérico de “Fomento de las Habilidades Directivas” no se enseña. ¿Por qué?. Pues porque a nadie se le puede decir cómo y qué debe hacer en el desempeño de su actuación profesional. No hay reglas comunes y de aplicación universal que puedan asignarse por igual a todos los casos en orden a conseguir maximizar los resultados del esfuerzo laboral. Cuando en el empeño por mejorar el rendimiento profesional de los directivos nos orientamos hacia la “normatización”, estamos perdiendo el tiempo y haciéndoselo perder a quienes nos escuchan.

En mis clases sobre Alto Rendimiento Profesional y Liderazgo en las Escuelas de Negocios donde colaboro como profesor, lo primero que declaro a mis alumnos es que no pretendo enseñarles nada, generando claro está la extrañeza de los asistentes siempre ávidos de escuchar recetas mágicas, muy solucionadoras y poco esforzadas.

El único camino que garantiza la posibilidad de mejorar los resultados de los directivos no es la Formación sino el Entrenamiento (Coaching), al tratarse de un proceso que guiado por el entrenador (Coach) asume el alumno (Coachee) como personal e intransferible y se ajusta como un traje a medida a su situación vivencial. El Coaching comienza donde termina la Formación, invitando siempre a pasar de los preceptos teóricos a la realidad de cada cual, por lo que se constituye como único método compatible con la diversidad de situaciones vivenciales con la que se encuentran los profesionales de hoy en día.

La Formación en Habilidades Directivas y Desarrollo Profesional “De-Forma” pues impone, mientras que el Coaching “Re-Forma” pues invita…

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro

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