Marathon-2.000

Hoy, el calendario me da otra vuelta anual. Desde que nací ya he contado 57 y tal y como van las cosas, no me asustan demasiado las demás. Aunque lo parezca, todavía no son muchas pues (estos días informan los periódicos) en la España actual conviven alrededor de 18.000 personas centenarias. ¡Qué no será en 2061… cuando quizás yo pueda alcanzar esa edad!

Sin llegarlo del todo a planificar, creo que me encuentro inmerso en un sobrevenido experimento vital cuya razón sería demostrar que el adecuado cuidado de la salud, en todos sus órdenes, puede llevar a un estado de forma física similar al de 30 años atrás (precisamente fue a los 27 años cuando establecí mi primer récord mundial). Algo por lo que muchos pagarían lo que ningún científico o médico podría cobrar, pues nadie ha descubierto la fórmula de mantener la juventud interna sin tenerlo que sudar.

Si en 2015 abordé con éxito Marathon-15% (mi segundo récord mundial), en 2016 la subida al Veleta desde Granada y en 2017 una Segovia-Alto de Navacerrada-Segovia, este 2018 conseguí completar un maratón a más de 2.000 m. de altitud constante, realizando 6 ascensos y descensos consecutivos entre el Alto de Navacerrada y el Alto de Guarramillas (La Bola del Mundo), que comenzaron a las 8:25 h. para finalizar a las 16:05 h. del pasado 27 de agosto. Un total de 2.700 m. de desnivel positivo y sus correspondientes de negativo en una jornada con inusual temperatura elevada (25 grados, que allí y en esas fechas son casi 10 más de lo normal), protagonizada por un sol lacerante que me llegó a quemar y casi deshidratar. Pero, como en todos los desafíos anteriores, nada que me comprometiera ninguna constante física esencial. Quienes busquen arruinar la idoneidad de estos retos parapetándose en huidizos argumentos que apuntan a supuestos atentados contra lo que es sano y cabal, yo les diré que nunca me he lesionado ni sufrido contratiempo alguno cardiovascular, pese a superar los 100.000 km. re-corridos en más de cuatro décadas de ejercicio intenso y sin prácticamente parar.

Ante todo, no escribo esto para sacar pecho ni tratar de epatar pues aquellos que hayan leído “Marathon-15% / 115 CLAVES DE SUPERACIÓN PERSONAL” conocerán que físicamente no soy nada mejor que los demás, que solo he actuado diferente a lo que es normal, ese tipo de existencia que tan de moda ahora está y que solo atiende al hedonismo y la comodidad. No olvidemos que un vehículo, cuando falla, se puede cambiar pero una vida no ofrece esa posibilidad.

¿Qué pensarías si os dijese que vuestra biografía, plena y eficaz, puede durar hasta 30 años menos por dejarla indolentemente estropear…?

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro

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