Jaroussky y el Lied

Alemania y Portugal, tan distantes en todo, parece que coinciden en un mismo sentimiento musical que impregna parte del estilo de sus géneros canoros más conocidos: el lied y el fado. Ambos no pueden evitar en sus composiciones la manifestación de un tono tan melancólico como triste, ni aun en los momentos de supuesta mayor jovialidad. En fin, que en el lied y en el fado no hay “alegrías de la huerta” en ningún momento y por ningún lugar. En el caso más lírico y poético de los dos, el del lied, las tonalidades vocales que mejor empastan con su singularidad suelen ser las graves y de ellas, por su equilibrio entre altura y agilidad, la de barítono. Prueba de ello es que la mayoría de las más celebradas interpretaciones de este género se atribuyen a cantantes con esta cuerda vocal, siendo quizás su más grande exponente conocido el Schubert del berlinés Dietrich Fischer-Dieskau, todo un referente de hondura y musicalidad.

Philippe Jaroussky es poseedor de un gran talento musical que sobremanera destaca por su delicada expresión emocional, algo que sabe explotar magistralmente en sus celebradas interpretaciones barrocas. Pero es contratenor, lo que en mi opinión es incompatible con el oscuro espíritu del lieder y así lo pude comprobar ayer en su recital de Les Arts (dedicado a Schubert en su integridad). Veinte piezas de programa y dos bises de propina (“La trucha” incluida) que en ningún momento arrancaron en mi aquel arrobo embriagador que esta música germana es capaz de suscitar (¿cómo sonarían las Suites para violonchelo de Bach interpretadas por un violín… aunque este lo empuñase el Paganini más genial?).

El desarrollo de la civilización en los últimos veinte siglos ha ido conquistando parcelas de ecuanimidad en el camino por la igualdad de las personas, pero aun persisten interferencias como la que supone la Fama, que permite a algunos disfrutar de unos privilegios que a la mayoría les son negados sin piedad. La sala llena aplaudió el curriculum del gran cantante francés, su simpatía y sus innegables ganas de agradar…

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.