Mejorando significativamente semana a semana, ahora apenas elevo tres “ppm” (pulsaciones por minuto) desde el inicio (130) al final (133) de un entrenamiento de dos horas corriendo al 15% de pendiente. La sorpresa continua en la que vive mi entrenador con esta prometedora progresión me llena de una ilusión que debo controlar para no despegar los pies de la realidad de mi misión…
49- No dejarse llevar por el optimismo ajeno es condición que preserva una acertada actuación.
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