La tortilla que supe olvidar

Subida al Veleta-Virgen de las Nieves

Tras esos problemas de salud padecidos en Junio que comprometían seriamente mi participación en la “XXXII Subida Internacional Granada-Pico Veleta”, no tuve más remedio que trasladarme en la segunda quincena de Julio a Segovia con el propósito de entrenar intensamente en semialtura para poder llegar el 7 de Agosto a Granada con algunas garantías de finalización.

Semanas de esfuerzo físico muy exigente en la ciudad del Acueducto que lograron recuperar gran parte de lo perdido por una salmonelósica tortilla de patatas servida en un desalmado establecimiento hostelero de la Hoya de la Mora que nunca recomendaré. Todos los días, sin descanso ninguno, cerca de dos horas y media de entrenamientos que culminaron en mi particular “Semana Fantástica”, nunca hasta la fecha igualada pues el domingo 31/07/16 completaba a modo de test mi particular reto anual “Segovia-Bola del Mundo” (34 km. con desnivel positivo de 1.300 m. que completé esta vez con récord personal) y el siguiente domingo (07/08/16) la “Granada-Pico Veleta” (50 km. con desnivel positivo de 2.800 m.). En realidad, estas distancias fueron mayores pues la segoviana la suelo incrementar en 4 km. de bajada hasta el Alto de Navacerrada donde me vienen a recoger para volver a Segovia (algunos años he regresado por mi propio pie) y la granadina, lamentablemente en 10 km., por los problemas de la organización de los transportes que me aconsejaron descender un tramo por mi cuenta so pena de sufrir una hipotermia en la cumbre del Veleta (a menos de 10 grados centígrados en pleno Agosto) esperando los escasos minibuses que nos trasladaban hasta el telesilla más cercano y luego por una avería en el autobús que nos llevaba desde Pradollano a Granada y que me obligó a llegar hasta el hotel a pié (hotel del que partía a las 6:30 h. hacia la salida y llegaba de vuelta a las 18:30 h.).

De lo vivido durante la prueba me quedo con la sensación de haberla completado razonablemente bien pese a no encontrarme en plenas condiciones físicas, sin llegar a sufrir ningún momento agonístico de esos que luego ensombrecen los recuerdos devaluando la experiencia personal. Bien es cierto que a todo ello contribuyó el planteamiento conservador elegido, que me llevó a salir exactamente el último (sin ninguna pretensión de realizar un buen tiempo) para ir remontando durante la prueba a unos 300 participantes cuyo optimismo de partida fue seguro superior al mío.

Muchos aseguran que la “Subida Granada-Veleta” es la prueba más dura del mundo sobre asfalto y no soy yo quien lo vaya a negar pues de los 50 km. de ascensión, gran parte de ellos a más de 2.000 m. de altitud, solo hay unos escasos 300 m. de imperceptible bajada. Pero sin duda no es comparable a Marathon-15% (42,195 km. de pendiente constante al 15% y 6.232,86 m. de desnivel positivo), aun cuando esta no registró un ascenso real terrestre al realizarla en cinta de correr. Así me lo testimoniaron algunos participantes tras finalizar, conocedores de mi singular récord mundial.

Subida al Veleta-Meta

En la Crónica 33 de mi libro, hago mención a “Lo que no podemos controlar” y ahora me acuerdo de aquella maldita tortilla, ajena a mi responsabilidad, que desgraciadamente me encontré y rápidamente supe olvidar para ocuparme de lo que sí podía mejorar…

¿Debería ser un problema la imposibilidad o en todo caso aquello que siendo posible no podemos controlar? Desde luego no, a no ser que nuestra mayor afición sea la de buscar con la cabeza las paredes más duras para quererlas golpear. Pero quizás esta visual metáfora no sea tan inusual pues el comportamiento habitual ante los problemas suele dejarse llevar por un deseo de quererlo todo solucionar, sin distinguir lo que es posible de lo que no por encontrarse generalmente fuera de nuestra autoridad. ¡Cuántas energías podríamos ahorrar si nos dejáramos de preocupar por todo lo que no podemos gobernar para ocuparnos solo de lo que si podemos solucionar…!”

Saludos de Antonio J. Alonso

LA COMUNICACIÓN

Comunicacion Marathon-15%

Tras conseguir establecer un (oficioso) récord mundial de desnivel positivo en maratón con 6.232,86 m. ascendidos y reflexionar luego sobre ello en el libro “Marathon-15%: 115 CLAVES DE SUPERACIÓN PERSONAL”, llevar todo esto al formato de Conferencia parece que era lo natural y así, aprovechando mi participación en la “XXXII Subida Internacional Granada-Pico Veleta”, continúo un ciclo de ponencias que pretenden trasladar lo esencial de una aventura deportivo/editorial que nunca olvidaré y que personalmente quiero contar.

Será el próximo día 6 de Agosto de 2016 a las 18:30 h. en la sede de la prueba (Hotel Real de la Alhambra en Granada), en la víspera del ascenso de 50 km. hasta los 3.398 m. del tercer pico más alto de la Península Ibérica (tras el Mulhacén-3.479 m. y el Aneto-3.404 m.), que yo también intentaré correr pese al contratiempo vivido en Junio y cuyas consecuencias desconozco ahora como me podrán afectar.

De estas conferencias ofrezco aquí la parte visual referida a “El Proceso”, el Capitulo 2 de mi libro, que trata sobre cómo abordar los proyectos en la vida para minimizar las probabilidades de fracasar.

Pensando en estas conferencias y en cómo lograr trasladar convenientemente todo lo que pretendo, recuerdo que comunicar es algo tan importante como también habitual pero sobre lo que no siempre somos capaces de acertar. El la Crónica 11 de mi libro, titulada “La comunicación”, así lo vengo a explicar…

“Nuestra vida se gobierna por comunicaciones, unas interiores que responden a nuestros pensamientos privados y otras exteriores que formalizamos públicamente con los demás. Las primeras tienen carácter particular y no afectan a nadie más, mientras que por necesidad las segundas siempre lo hacen, incluso a veces a nuestro pesar. Hablar comporta una ineludible responsabilidad dado que el destino de nuestras palabras nunca será neutral al no ser nosotros los dueños de su significado por más esmero que en ello pongamos, pues lo finalmente entendido siempre será propiedad de quien las reciba y de su manera personal de llegarlas a interpretar…”

Saludos de Antonio J. Alonso

LA INSEGURIDAD FINAL

Subida Granada-VeletaRecientemente anunciaba mi sorpresiva (desde hace más de 25 años no participo en pruebas populares) inscripción en la “XXXII Subida Internacional Granada-Pico Veleta” que se celebrará el próximo 07/08/16 y contaba el entrenamiento de reconocimiento que realicé el pasado 02/06/16 a los 14 últimos kilómetros desde Pradollano (Sierra Nevada-2.100 m.) hasta la cumbre del Veleta (3.398 m.). Algo que me faltó relatar fue lo ocurrido tras descender y que hoy condiciona seriamente mis posibilidades de finalización.

Pues bien, casi concluido el descenso, al llegar a “La Hoya de la Mora” (2.500 m.) y marcando el reloj las 14:00 h., me detuve a comer en uno de los chiringuitos que allí se ubican (al parecer, los establecimientos hosteleros más altos de España), dado que los servicios de Pradollano se encontraban casi totalmente cerrados por temporada baja. Elegí un bocadillo grande de tortilla española para tomarme en su soleada terraza en la seguridad de optar por lo que, es esas circunstancias, mejor me repondría del esfuerzo realizado y sin sospechar las penosas consecuencias que ello me ocasionaría.

De vuelta a mis apartamentos (donde era el único inquilino y de los escasos en toda la estación de montaña) comencé a encontrarme seriamente indispuesto, colonizado mi cuerpo por decenas de abscesos cutáneos, convirtiéndose esa tarde y toda la noche en un tormento gastrointestinal que nunca olvidaré, con continuas visitas al aseo para evacuar por arriba y por abajo, precisamente cuando más necesitaba reponer fuerzas y mantener la hidratación. A todo ello, los últimos fríos primaverales de la alta montaña y la despreocupación de los responsables del establecimiento (Apartamentos Boabdil) por atender mis solicitudes de acondicionamiento de la calefacción, agravaron una estancia que concluía el día siguiente con mi partida (en motocicleta, claro) hacia el Cabo de Gata, donde tenía previsto visitar a mi familia que allí disfrutaba de unos días de descanso. Tirado en mi moto como un cowboy herido sobre su caballo, desconozco ahora como conseguí llegar tras más de 200 km. de febril travesía por el desierto almeriense.

Pero lo peor estaba por llegar y después de alrededor de 10 años sin manifestación alguna, esta intoxicación alimentaria me produjo un nuevo brote de “Síndrome de Reiter” (enfermedad “rara” de tipo autoinmune que padezco y que ataca las articulaciones al considerar equivocadamente al propio cuerpo como enemigo). Tras cuatro semanas, ya estoy repuesto pero a la vez seriamente preocupado por cuál será mi rendimiento en la subida al Veleta, dado que mi programa de entrenamiento físico se ha visto significativamente alterado y lo que es peor, mi mente rechaza obsesivamente aquel lugar.

En estos momentos de incertidumbre me acuerdo de “La inseguridad final”, la Crónica 114 de “Marathon-15%: 115 CLAVES DE SUPERACIÓN PERSONAL” donde escribía…

“Aun a pesar de todos nuestros intentos por gestionar proyectos de la manera más eficaz, es inevitable que surjan inconvenientes en forma de imprevistos y errores que puedan perjudicar nuestra confianza en el éxito final. Ante ello lo peor sin duda es culparnos de lo que ha salido o hemos hecho mal, situación que todavía compromete el resultado más al fijar nuestra atención en el pasado para olvidar un futuro que precisamente es cuando todo se decidirá…”

Saludos de Antonio J. Alonso

LA ADMIRACIÓN

First Dates

Que la atracción entre las personas es algo que siempre ha interesado a los propios y a los extraños es una constatación que firman todos los siglos desde la inauguración de la especie humana como inventora de la civilización. El testimonio más contemporáneo de ello lo podemos encontrar hoy en el reinado de las revistas y los programas “del corazón”.

El éxito de “First Dates”, que actualmente se emite en España a diario desde la cadena Cuatro y en horario preferente, no tiene mayor secreto que el de contemplar mientras se cena cómo se liga en una cena y todo desde el anonimato de nuestro sillón. Y en esa furtiva contemplación, el interés se viene a encontrar en la valoración de lo acertado o no de las parejas formadas y sus trazas para conseguir el amor.

Respecto del emparejamiento, los responsables del programa no traicionan la regla universal (por todos sabida pero por todos callada por falso pudor) que junta sentimentalmente a las personas por su “valía” física y no por cualquier otra consideración. Solo hace falta darse una vuelta por cualquier calle concurrida o centro comercial para validar esta norma en cuantas parejas se cruzan a nuestro alrededor y que solo admite excepción cuando median grandes diferencias económicas entre los dos.

En cuanto a las técnicas de seducción, pocas novedades en este mundo tan banal como pobretón. Todo se reduce a un vestuario más o menos provocador y a los tradicionales chascarrillos y lugares comunes en la conversación. En fin, que todo es un reflejo de esta anodina sociedad que desgraciadamente nos ha tocado vivir y que la Historia colocará sin duda entre las de menor valor.

Pero afortunadamente para nuestra salud mental el enamoramiento no es el amor, pues es en este último donde toma protagonismo otro factor que, aunque puede incluir lo físico, también incorpora cualquier rasgo personal que pueda ser objeto y lleve a la admiración, sin duda algo que requiere de mayor intelecto y evolución y que es el verdadero motor del amor.

En la Crónica 29 de “Marathon-15%:115 CLAVES DE SUPERACIÓN PERSONAL” titulada “La admiración”, escribo…

“Todos admiramos en los demás aquello que son capaces de hacer o intentar por encima de lo que es normal, sin saber que la mayoría de nosotros también podemos ser admirados por algo propio y especial que, eso sí, de no ser patente deberemos esforzarnos en encontrar y destacar. No pretendo hablar por hablar al estilo que tan popular es hoy del predicador motivacional. Solo constatar que, con tantas facetas como reúne nuestra personalidad, siempre es posible hallar alguna o incluso más con potencial suficiente para poder ser de admirar. Lo peor sin dudar es resignarnos a pensar que no hay nada en nosotros que pueda interesar a los demás.

No olvidemos que, si posiblemente el mayor interés vital se suele sustanciar en el amar, amar no es más que un admirar en el otro esas virtudes que tiene y a nosotros nos cautivan y nos gustaría atesorar. Por ello el amor se rompe cuando se deja de admirar y vemos en el otro, simplemente a un igual…”

Saludos de Antonio J. Alonso

LA RELACIÓN SOCIAL

Brexit

En pleno ojo del huracán “Brexit” (abandono de Reino Unido de la Unión Europea por decisión popular), el mundo vive unas jornadas de estupefacción y desconcierto general. Tras casi setenta años en los que el discurso general ha fijado la unión de los estados europeos como único camino para su desarrollo y prosperidad, uno de los socios de la Europa más tradicional da la espalda a este club nacido con la misma voluntad de integración federal del estadounidense y al que, desde el comienzo, ha pretendido desbancar de la supremacía mundial. ¿Será quizás por esto que su mentor sociocultural y más fiel aliado a este lado del Atlántico ya no quiere jugar…?

Por supuesto que no está en mi mano el acertar con una respuesta concluyente a lo ocurrido en este inicio de un verano septentrional que puede cambiar el paso a un proyecto europeo que caminaba lento pero firmemente amparado en la unanimidad.

Es evidente que, desde el comienzo de la humanidad, el recorrido histórico de los pueblos no ha sido lineal aunque en su caprichoso zigzagueo siempre ha prevalecido una misma orientación hacia la búsqueda de la seguridad y el bienestar que, con el transcurso del tiempo, los ha llevado a cooperar cada vez más a través de la relación social. Parece inevitable que, antes o después, el futuro imparable lleve a la humanidad a la globalización mundial, pese a retrocesos como este que debemos observar con amplia perspectiva histórica e interpretar desde la consideración de ser gotas en un mar.

Y esta necesidad de establecer alianzas y cooperar para avanzar que impulsa a lo social también vale para lo personal y así lo quise significar en “La relación social”, la Crónica 38 de “Marathon-15%: 115 CLAVES DE SUPERACIÓN PERSONAL”…

“Lo que siempre se ha denominado circunstancias como marco condicionante del éxito o el fracaso profesional y personal hoy se concreta, en casi toda su especificidad, en la llamada red social presencial y virtual. El incontenible ascenso del protagonismo del entorno relacional en el desarrollo de nuestros propósitos nos debe llevar a mirar la vida con un ojo puesto en nuestro actuar y con el otro en su vinculación con los demás.

No albergo la menor duda respecto de cuál es una de las principales cualidades que explica el éxito de quien lo tiene: su extraordinaria capacidad de relación social, buscando preferentemente a quienes le mejoran para colocar cada vez más alto el listón de su exigencia, de su actuación y en definitiva, de su perspectiva vital…”

Saludos de Antonio J. Alonso

LA AMENAZA Y LA OPORTUNIDAD

Cima del Veleta1

Tras finalizar Marathon-15%, hace un año ya, decidí descansar física y mentalmente por un tiempo de los retos pero claro, sin dejar de entrenar, pues nunca los he necesitado como estímulo para garantizarme la continuidad. El no ser aficionado a correr carreras populares me lo facilitaba y solo parecía que un nuevo desafío personal podría romper ese pacto que quería preservar.

Pero la casualidad en ocasiones es muy traicionera y sin buscarlo me encontré con el anuncio de la “XXXII Subida Internacional Granada-Pico Veleta” (50 km., con casi 2.800 m. de ascensión, desde los 626 m. de altura de Granada hasta los 3.390 m. del Veleta), a celebrar el próximo 7 de Agosto y que tiene la consideración de ser la subida más dura del mundo (5,5 % de pendiente media en 50 km.), aunque yo defienda que no es comparable a Marathon-15% (15% de pendiente media en 42 km.). Sin mayores consideraciones, me apunté y para reconocer la parte más exigente del trayecto, en los primeros días de Junio, me trasladé a Sierra Nevada para realizar la ascensión de los últimos 14 km. desde Pradollano (donde se encuentran todos los apartamentos de la estación de esquí y el Centro de Alto Rendimiento) al Veleta, con vuelta también a pie.

Embarcado en este sorpresivo nuevo proyecto, algo me hace sentir culpable por traicionar mi pacto de descanso y a la vez estoy contento por abordar otro desafío de los de verdad. Y así, recuerdo un fragmento contenido en “La amenaza y la oportunidad”, la Crónica 72 de “Marathon-15%: 115 CLAVES DE SUPERACIÓN PERSONAL” que dice…

“No hay reto o proyecto en la vida que no podamos doblemente caracterizar, bien como amenaza o bien como oportunidad. Como amenaza, porque todo lo iniciado por propia voluntad nos debe obligar con trabajo a procurarlo finalizar y de no producirse esto sin una causa justificada, con seguridad que algún perjuicio nos ocasionará. Como oportunidad, pues es indudable que cualquier logro abre puertas a otros más. Esta intrínseca dualidad se encuentra siempre disponible para quien en conjunto la quiera contemplar y no se enfoque hacia uno solo de los aspectos, que por lo normal suele coincidir con el más negativo y fácil de identificar.

La vida me ha enseñado que es posible elegir el cómo mirar: si asustado por ver en todo una amenaza que atenta constantemente contra mi integridad o alertado por descubrir que oportunidad se esconde tras cada problema y como la soy capaz de aprovechar. Solo es una cuestión de actitud personal…”

Saludos de Antonio J. Alonso

UN AÑO YA…


Hoy, día de mi onomástica, se cumple el primer aniversario de mi récord mundial de desnivel positivo en maratón (6.232,86 m. ascendidos) que relato y reflexiono en “Marathon-15%: 115 CLAVES DE SUPERACIÓN PERSONAL”, cuya “Crónica 1” titulé… “El sentir y el pensar” y ahora recuerdo con la nostalgia de aquellos ilusionantes comienzos llenos de incertidumbre, compromiso y voluntad…

“Siento la ilusión casi infantil por alcanzar un objetivo que jamás soñé tentar. Siento una tremenda responsabilidad porque ya se lo he contado a todos y no les quiero defraudar. Siento una angustia sobrevenida ante la exigencia extrema del entrenamiento que en breve deberé afrontar. Siento una gran curiosidad por saber hasta cuándo y dónde mi cuerpo podrá aguantar. Siento que vuelvo a ser joven sin serlo, pues solo los amores y los nuevos retos generan en nosotros esa capacidad. Siento que comienzo lo que ya no tiene vuelta atrás.

Pero también pienso. Pienso en conformar mi programa de entrenamiento y cómo evolucionará. Pienso en que deberé buscar quienes me acompañen en esta aventura solitaria pero que puede beneficiarse de la participación de los demás. Pienso en como comunicar mi reto para hacerlo público y no por afán de notoriedad, sino para que pueda servir de estímulo a quienes ven como un obstáculo en la vida a la edad. Pienso también en como validar una prueba nueva que carece de precedentes y por tanto de señas de identidad. Pienso, en fin, que lo que a partir de ahora haga determinará mis posibilidades de éxito por lo que no lo puedo improvisar…”

Saludos de Antonio J. Alonso

LA TRAMPA DE LA TRANQUILIDAD

La trampa de la tranquliidadTranquilidad suena bien pero contribuye mal. Nada se mueve sin actividad y la actividad casa mal con la apacibilidad. No me lo he inventado yo, todos sabemos que es una constatación de la realidad.

Hace unos años escribí en mi Blog… “La trampa de la amabilidad” y hace unos meses publiqué en mi Libro “Marathon-15%: 115 CLAVES DE SUPERACIÓN PERSONAL” la Crónica 40, cuyo título es “La trampa de la tranquilidad” y entre otras reflexiones incluye estas que lo vienen a explicar…

“En mi opinión, aspirar a llevar una vida tranquila es tanto como determinar vivir sin problemas, lo que seguro llevará a evitarlos de la manera más eficiente que hay y es dejando de explorar nuevos caminos cuyo “peligroso” tránsito nos pueda incomodar, pues somos naturalmente acomodaticios y en algunas ocasiones yo también me confieso como tal, aun a mi pesar. Sin embargo, afortunadamente no siempre es así y proyectos como Marathon-15% son los que me llevan a salvar una trampa que se encuentra peligrosamente incardinada en nuestra sociedad.

La “trampa de la tranquilidad” limita el progreso de nuestra propia capacidad, llevándose esto al extremo en aquellas doctrinas que proclaman la vida contemplativa como quintaesencia del desarrollo personal, todo un contrasentido pues para evolucionar hay que moverse e interactuar. Parar el péndulo de un reloj para evitar la molestia de su sonido regular nos lleva a empeorar la situación inicial, al quedarnos sin saber la hora por preservar el silencio y nuestra tranquilidad…”

Saludos de Antonio J. Alonso

ESCRIBIR…

Antonio J. Alonso en los Desayunos Profesionales Ramon Esteve Estudio (2.1)-2016Dibujo

Escribir (al igual que leer) es lo primero que aprende en la escuela cualquier niño del mundo y esta coincidencia no tiene lugar por mera casualidad. Lo primero siempre establece prioridad y esta queda justificada porque escribir se constituye como la herramienta principal para llegarse a desarrollar como persona y en la vida poder progresar.

En el Capítulo 2 de mi recientemente publicado libro “Marathon-15%: 115 CLAVES DE SUPERACIÓN PERSONAL” escribo…

“…podríamos decir que el mundo de los deseos se asemeja a una exposición de pintura abstracta cuyos cuadros representan unos motivos que describen la realidad de una manera conceptual, sin duda muy alejada de lo que a la vista normalmente son, por lo que deben ser interpretados en la mente del espectador. Y como esa interpretación no siempre responde a una misma visión, de ahí quizás su éxito para unos o para otros su decepción. En cambio, los deseos que nacen con vocación de realización precisan convertir lo difuso en concreto o lo que es lo mismo, transformar lo abstracto en figurativo o si es en fotográfico aun mejor. Los deseos ambiguos y evanescentes incorporan la mejor garantía de olvido y paralización, mientras que aquellos que concretamos y definimos los convertimos en objetivos dando así el primer gran paso para su ejecución.

¿Y cómo convertir un deseo en objetivo? Pues para ello, escribirlo es la mejor solución. Pero escribirlo con todo grado de especificación, de tal manera que si fuese leído por otros, estos fueran capaces de entenderlo exactamente, en su totalidad y sin mayores esfuerzos de comprensión. La escritura es sin duda, de todas, la invención más determinante de la humanidad pues permite expresar y perpetuar los pensamientos mediante un código de común interpretación, que inevitablemente obliga al escritor a repensar lo ideado para que lo finalmente redactado tenga sentido para todos y no solo para el autor. Nadie escribe como piensa y esta es la mejor prueba de que la generación de ideas requiere de código, orden y adecuada expresión para su aprovechamiento y su interlocución.

Pero la escritura también tiene otra dimensión y es la de incorporar un compromiso mayor sobre aquello escrito respecto de lo pensado o incluso dicho y si no, solo hay que referirse a los contratos al uso como documentos universales de obligación. Por ello, formular un deseo por escrito en forma de objetivo e incumplirlo no está exento de un molesto dolor. Dolor que es inexistente o en cualquier caso mucho menor cuando son los pensamientos los únicos testigos de nuestra intención.

Sin embargo, no todo deseo escrito tiene la virtud de convertirse en objetivo si lo redactado no atiende a aspectos como la factibilidad, la especificidad y la posibilidad de medición, sin los cuales no pasaríamos de una mera elucubración, escrita sí, pero sin posibilidad de realización, comprensión, ni comprobación. Lo imposible no genera adeptos, lo inespecífico confunde y lo difícil de cuantificar aleja cualquier posible verificación…”

Saludos de Antonio J. Alonso

RECORDAR PARA CONOCERNOS MÁS

Recordar para conocernos mas

Debo confesar que no he podido reaccionar y así he quedado absorto y suspenso ante el televisor, circunstancia inhabitual en mi beligerante obstinación crítica hacia todo aquello que no mueve a la reflexión y al aprovechamiento de un tiempo cuyo indudable valor nos obliga a usarlo con probidad.

Por una carambola inverosímil del destino, TVE nos ofrecía recientemente y en horario de máxima audiencia dos visiones simultáneas de la España de los años ochenta protagonizadas por el mismo actor, Inmanol Arias, que en la 1 interpretaba cincuentón al Antonio Alcántara de la seria “Cuéntame cómo pasó” y en la 2 a Riza Niro (el hijo veinteañero del emperador de Tirán) en la película de P. Almodóvar, “Laberinto de pasiones”. Además, lo casual no acaba aquí pues Antonio Alcántara tiene en la veterana serie televisiva la edad que en aquellos años tenía mi padre y Carlitos (Ricardo Gómez), su hijo, la misma mía, que también aparenta el personaje protagonista de la película del peculiar director manchego. Para colmo de coincidencias, tanto serie como filme tienen como fecha de ubicación la misma, 1982/83. Ni adrede podría haberse planificado mejor.

Con todo este festival televisivo de encuentros y concurrencias que en un desasosegado zapping trataba de captar, no me pude resistir a contarme a mí mismo lo que me pasó, a recordar en paralelo lo que fue mi vida en aquellos años locos de una España que estrenaba democracia y enterraba uniformidad. Fueron los tiempos de mi juventud, esos que marcan lo que luego seremos y configuran nuestra personalidad.

No es nada nuevo esto de volver la vista atrás, de recordar y reflexionar sobre lo que uno ahora haría de poder volver a vivir una vida que, en realidad, nunca se detiene impidiendo así poder rectificar. Pero recordar no solo sirve para lamentarse de lo que pudo hacerse mal y así en la Crónica 75 de mi libro “Marathon-15%: 115 CLAVES DE SUPERACIÓN PERSONAL” intento argumentar mi defensa de “El recordar para conocernos más”…

Rememorar, muy al contrario de lo que condenan quienes en ello solo ven un reactivo mirar atrás, es mucho más que añorar pues en el recapitular se encuentra la esencia del conocimiento personal. Solo lo vivido nos puede enseñar, pues de lo que ahora se vive o luego se vivirá no cabe análisis con anterioridad. Lo pasado, aunque inmutable, es fuente de percepción real sobre lo que ha sido nuestro actuar y de él, con rigor y humildad, podremos extraer aquello que hicimos bien o mal. Aprendemos del conocimiento personal y conocemos, además, por lo que somos capaces de recordar.

Quienes recuerdan no necesariamente lo hacen por pretender huir de su realidad, sino tal vez por vivir su vida a partir de lo que saben que son y lo que con posibilidad serán…

Saludos de Antonio J. Alonso