¡En defensa de lo individual!

Camino sosegado… solo, hablo mucho… solo, leo el periódico de atrás adelante… solo, oigo con atención la radio… solo, trabajo ilusionado… solo, conduzco con prudencia… solo, imparto clases… solo, como mucho pero ligero… solo, escribo lo mejor que puedo… solo, voy de compras resignado… solo, comparto amistades… solo, asisto esperanzado a conciertos… solo, pregunto siempre… solo, entreno entregado… solo, me emociono ya no a diario… solo, aprendo un inglés cada vez más alejado…  solo, pertenezco a clubes sociales… solo, tengo familia… solo, escucho a alguien… solo, enfermo… solo, amo… solo, vivo… solo…

Por todo esto y por mucho más… sólo, soy una persona muy sociable.

Soy sociable porque todo lo anteriormente mencionado siempre lo hago solo, aunque me encuentre casi siempre acompañado. Soy sociable porque en mi singularidad siempre me veo rodeado.

Sólo con el desarrollo de lo individual es posible el enriquecimiento de lo colectivo, tal y como le ha ocurrido a la humanidad desde su principio, cuyo avance ha sido constantemente protagonizado por el impulso propio y particular de hombres y mujeres que, conociendo aquello que los demás aportaron en el pasado, han sido capaces de regalar sus innovaciones al futuro.

La mejor garantía de libertad y prosperidad colectiva en una sociedad se asienta en el desarrollo del pensamiento individual, a diferencia de la doctrina única que buscan las dictaduras para la colectividad.

Cuidar nuestra individualidad no sólo nos hace más libres, sino que también mucho mejores para los demás…

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro

Cómo tratar a los demás…

Simplificando y al final, el ejercicio de nuestra vida se reduce al desarrollo de un par de tipos de diálogos: uno interior de cada cual consigo mismo y otro exterior con los demás. Del primero ya vengo hablando en muchas de las entradas de este Blog, pero es el segundo quien centrará mi reflexión actual.

Dos de las características más evidentes del ser humano son, tanto su tendencia irrefrenable a establecer relaciones con sus congéneres como el gran desarrollo conseguido en el lenguaje comunicacional. Cuando nos relacionamos con los demás, el estilo de comunicación que adoptemos es tan importante que puede condicionar severamente los resultados obtenidos (por ejemplo, todos sabemos por experiencia propia que la amabilidad abre las puertas que la antipatía suele cerrar).

Una de las circunstancias más habituales que se dan en la comunicación entre personas es la del prejuicio o valoración personal de los demás, que nos condiciona en lo que les decimos y como se lo decimos. No habalmos igual a quienes tenemos etiquetados como inteligentes que a aquellos que suponemos con inferior capacidad.

Esto mismo es lo que ocurre muy habitualmente en los entornos laborales y especialmente en los equipos de trabajo, cuando los directivos no son capaces de obtener lo mejor de sus colaboradores pues anticipan sus resultados sin ofrecerles la oportunidad de demostrar que no son como se les llega a prejuzgar.

Y todo ello porque no son conscientes de esta gran verdad…

Trata a los demás como te gustaría que fuesen y posiblemente así serán. Trata a los demás como crees que son y lo serán

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro

Madrid 2016 y la FE CIEGA

Ayer, día 2 de Octubre de 2009, hacia media tarde, supimos que Madrid no organizará los Juegos Olímpicos de 2016. ¿Decepción?.

Eso depende de cuál es el planteamiento inicial a la hora de abordar y acometer la consecución de todo objetivo.

La desmedida inflación informativa y la orientación sesgada con que los medios de comunicación han tratado todo el proceso de elección de la sede olímpica que tomará el relevo de Londres, ha creado un estado de opinión en el pueblo español que no se correspondía con las verdaderas posibilidades de éxito de Madrid, derivando en un frenesí de ilusión colectiva muy alejada de la verdadera realidad. Ilusión que, semanas antes de la decisión final, ya se había convertido en FE CIEGA.

A las innumerables preguntas callejeras de los intrépidos reporteros de radios y televisiones patrias sobre el porqué debía ganar Madrid, la mayoría de las respuestas contenían un implícito “porque sí”. Eso es FE CIEGA.

No hay peor consejera para abordar todo proyecto personal, profesional, empresarial o institucional que la FE CIEGA, cuyos síntomas convierten al más reflexivo de los mortales en un infante preescolar preso de ensoñaciones y antifaces mentales, que solo llevan al desencanto y la frustración cuando no se consiguen los resultados esperados.

Dejarnos llevar por la ilusión es conveniente para afrontar la dificultad implícita de los retos de la vida, siempre que ella mantenga al menos un pie apoyado en la realidad. Pisar en vacío con ambas piernas pronostica una caída segura. Y muchas caídas continuadas nos llevan paulatinamente al descrédito personal y a la falta de auto confianza, sin duda todo lo contrario de lo que se requiere para garantizar la ilusión en nuestra vida.

¿Volveremos a abordar una mas que probable candidatura Madrid-2020 con FE CIEGA…?

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro

¡Ser el protagonista de nuestra propia vida…!

Llegamos al final de esta serie de “10 Recetas de Éxito” para abordar nuestro presente con grandes posibilidades de alcanzar un futuro mejor. La décima y última quizás se configura como resumen de las anteriores, pues marca un estilo de vida que solo conseguiremos aplicando los consejos precedentes:

“Ser el protagonista de nuestra propia vida, decidiendo en cada momento los destinos que queremos alcanzar y planificando razonadamente los caminos que a ellos nos llevan”

Si fuéramos actores y nos preguntarán cuál es el papel que queremos interpretar en nuestra próxima película, estoy convencido de que la mayoría responderíamos que el de protagonista. Pues bien, nuestra propia vida no es más que la única película que tenemos la posibilidad de interpretar y la elección del personaje solo depende de nuestra voluntad.

Sin duda yo quiero ser el protagonista de mi vida, pero ello no es gratuito pues para lograrlo debo constantemente hacer algo: “Decidir”. Si, decidir qué hacer y porqué hacerlo. Decidir para qué y con quién. Decidir cuándo y cómo. Decidir continuar o parar. Decidir sobre lo que tengo que decidir.

Tomar protagonismo en nuestra propia vida es imposible si esta no está gobernada por nuestra decisión, pues de lo contrario otros participan con las suyas moviendo los hilos de nuestra existencia que así se torna en reactiva, propia de un personaje secundario de película.

¿De qué valdría iniciar un largo viaje si desconocemos el destino al que queremos llegar? Decidir dónde ir y por donde forma parte del gran secreto de la vida. Vida que toda ella es un camino que merece mucho la pena transitar…

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro

¡Fijarse metas concretas y realistas…!

En esta ocasión, voy a hablar de lo atractivo que se torna el futuro cuando se fundamenta en un horizonte de propósitos a alcanzar. La novena receta de Éxito nos habla de ello:

“Fijarse metas concretas y realistas y perseverar en su realización, porque solo aquello que está bien definido es susceptible de generar el esfuerzo necesario para perseguirlo sin interrupción”

Yo estoy convencido de que todos tenemos “Deseos” pero su nivel de formulación es muy diferente en cada persona. Desde los que conciben sus Deseos de forma borrosa como los cuadros de una exposición impresionista (sin detalle), hasta aquellos que son capaces de perfilarlos al máximo, auto-comprometiéndose por escrito (con detalle) a eso que quieren lograr.

Realmente, es en el nivel de concreción alcanzado en la definición de nuestros Deseos personales y profesionales en donde radica la posibilidad de su éxito o la seguridad del fracaso.

Todas aquellos Deseos que nacen y permanecen navegando “impresionistamente” en nuestra mente están condenados a no realizarse, pues lo indefinido y generalista es mucho más difícil de alcanzar que lo concreto y particular. Por eso, escribir nuestros Deseos y convertirlos así en Objetivos o Metas es la mejor forma de perfilarlos y de constatar su factibilidad. Factibilidad que nos asegura un acercamiento del propósito a la realidad y nos aleja de continuas frustraciones por no lograr lo esperado, animándonos ininterrumpidamente a su consecución.

Pero de nada serviría concretar nuestros Deseos y definirlos realísticamente en forma de Metas si no somos capaces de perseverar en su consecución. No me equivocaré mucho al asegurar que la mayoría de Objetivos que nos proponemos en la vida no los alcanzamos por abandonar anticipadamente el camino a recorrer, por no dedicarles todo el esfuerzo que merecen y “tirar la toalla” precipitadamente.

¿Qué posees actualmente en tu vida, que le des gran importancia y te hayan regalado…?.

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro

¡Apoyarse más en la reafirmación interna…!

La octava Receta de Éxito vuelve a significar el que, sin olvidar que la vida se desarrolla inevitablemente “en red”, todas nuestras actuaciones se apoyan al final en lo más interno de cada cual:

“Apoyarse más en la reafirmación interna que en la externa, considerando que los ánimos de los demás no llegan necesariamente cuando son más convenientes, por lo que un cierto grado de independencia positivista orienta mejor nuestro camino hacia adelante”

La sociedad que nos ha tocado vivir presenta una paradoja muy curiosa además de tremendamente condicionante para cada uno de nosotros: por una parte es la que mas y mas sofisticados canales de comunicación ha desarrollado (televisión, radio, telefonía, Internet, mensajería rápida, etc.), pero por otra es la que más aislamiento personal provoca.

Vivimos dentro de grandes comunidades pero aislados en nuestras burbujas unipersonales de comodidad y seguridad tecnológicas, reduciendo las comunicaciones directas (las cara a cara, emocionales y altruistas) a su mínima expresión. Nos resbalamos tanto que nunca nos tocamos. El desarrollo lo permite, pues la supervivencia ya no depende como antes del esfuerzo de todos, sino solo del propio.

Todo esto ha propiciado un estado de vida independiente que no censuramos cuando las cosas nos van bien, pero que nos angustia cuando algo se tuerce. En esos momentos es cuando añoramos la ayuda emocional de los demás en forma de apoyo y empuje motivador. Ayuda que no siempre llega cuando la necesitamos y que no podemos permitirnos el lujo de convertirla en imprescindible para seguir adelante.

El secreto entonces se encuentra en la “Auto-Ayuda”, término que hay que desvincular del tan manido y referido a la popular literatura con tapas de color amarillo que tanto abunda en las librerías del centro de las ciudades.

Cuando necesitemos Ayuda, antes de aburrirnos de esperar la ajena, busquemos en nuestro interior y generemos la propia, la que más nos reafirma y que nunca nos abandona…

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro

¡Enfocar los fracasos como una oportunidad…!

Avanzando más en nuestro recorrido por los aspectos principales que determinan la mejora personal y profesional, en esta ocasión trataremos la séptima Receta de Éxito, cuyo espíritu entronca de muy cerca con el reconocido y eficaz método científico de “prueba y error”:

“Enfocar los fracasos como una oportunidad hacia el futuro, aprendiendo de los errores, ganando experiencia y tolerando los reveses de la vida con espíritu deportivo”

Los fracasos son inevitables en la vida, sobre todo cuando esta nos la planteamos con la motivadora y apasionante ambición del desarrollo y crecimiento personal. El riesgo de la mejora siempre comporta la asunción del error, pues nadie tiene la fórmula infalible del acierto continuado. Huir del error es negar la aventura del conocimiento de aquellas potencialidades que todos guardamos calladamente en nuestro interior. Huir del error es conformarse, conformarse es parar y parar es comenzar a morir.

Allá por los años ´90, cuando los mercados de las nuevas tecnologías electrónicas iniciaban sus pasos, los directivos más valorados eran aquellos que habían trabajado en una empresa que hubiera quebrado. La razón de ello no era otra que la de su experiencia sobre “lo que no había que volver a hacer”, dado que las claves sobre “lo que había que hacer” entonces aún eran desconocidas. En este caso, el error se valoraba más que el acierto ante la incertidumbre de los mecanismos que gobernaban un sector incipiente y en franco desarrollo.

También en el deporte, donde la mejora continua es fundamento de su naturaleza, encontramos muchos ejemplos de aprendizaje sobre los errores, como el del saltador de altura Dick Fosbury que, decepcionado por el estancamiento de sus marcas, se planteó no seguir utilizando las modalidades de salto hasta entonces habituales (rodillo ventral, tijera, etc.). Tras muchos ensayos frustrantes, inventó el Fosbury Flop (saltar de espaldas al listón), fue campeón olímpico en México ´68 y legó una técnica que en la actualidad nos lleva a recordar su nombre cada vez que un atleta se dispone a saltar.

En definitiva todo esto se reduce a que cada uno de nosotros sea capaz de responderse honesta y sinceramente a la siguiente pregunta:

¿Estoy dispuesto a asumir el coste del inmovilismo vital a cambio de acertar siempre en todo aquello que hago?

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro

¡Acercarse a la gente positiva…!

La sexta Receta de Éxito probado nos habla de la incorporación de un hábito social al que no solemos dar habitualmente la excepcional importancia que tiene:

“Acercarse a la gente positiva y huir de la negativa, buscando la energía de aquellos que la destilan y preservándose de aquellos que la destruyen”

Si hasta el momento las Recetas anteriores se referían todas a mejoras en nuestras competencias internas, esta trasciende nuestro “yo” para fijarse en los demás.

La comunicación interpersonal es la herramienta de trabajo más importante que todos utilizamos cotidianamente (algunos mejor que otros) y que nos permite avanzar con paso firme hacia la consecución de nuestros Objetivos profesionales y personales.

La comunicación, además nos traslada a situaciones emocionales cuya definición condiciona en gran medida nuestro estado de ánimo hacia lo positivo o lo negativo.

Como no somos impermeables a los demás, su influencia en nosotros puede condicionarnos más allá de nuestra voluntad. Por tanto, el frecuente contacto con personas positivas termina trasladándonos irremediablemente hacia esa orientación y lo mismo ocurre con las negativas.

Hoy en día no tenemos mejor ejemplo de todo esto que lo que ahora está ocurriendo en nuestra economía, para constatar que gran parte de la situación se debe a las expectativas negativas auto-fomentadas y difundidas por algunas personas con espíritu catastrofista (mucho más allá de la realidad objetiva y cabal) que han conseguido contaminar a casi todas las demás.

¡Cuánto mejor estaríamos todos de haber huido en su momento (antes y ahora) de las conversaciones de aquellos que solo buscan el reparto de males sin considerar que los bienes también existen, se buscan y al final casi siempre se consiguen!…

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro

¡Fomentar las actividades extraprofesionales…!

Llegamos a la quinta Receta de Éxito que nos dirige certeramente hacia el necesario equilibrio de nuestras Áreas de la Vida:

“Fomentar las actividades extraprofesionales, añadiendo mas patas a nuestra silla vital y evitando el riesgo de caída segura por la quiebra de una de ellas”

En mi opinión, la silla es el mueble más útil y antropomórfico de cuantos utilizamos habitualmente. Pero a la silla le salió un duro competidor: el taburete. Si me dan a elegir, prefiero la primera al segundo. Sentirme apoyado por cuatro patas me traslada mucha mayor seguridad a la par que comodidad a mi descanso. Simplificar, en ocasiones está muy bien, aunque en el caso que nos ocupa puede ser peligroso.

En nuestra Vida ocurre lo mismo. Cuantos más apoyos cuente, tanto más estable se tornará. Por tanto, creo es momento de reflexionar responsablemente si el focalizarnos con casi exclusividad al Trabajo y a la Familia (lo que es muy habitual en la sociedad actual) supone una excesiva concentración de riesgos vital y nos ofrece la suficiente base de apoyo como para no caernos al mínimo tropiezo.

La verdad es que conforme vamos cumpliendo años y consolidando nuestra posición vital, también vamos perdiendo actividad social, cultural, mental, educativa, física e incluso espiritual. En definitiva, minimizamos el resto de patas que nos ayudarían a equilibrar nuestro asiento vital ganando en seguridad y comodidad.

Mi consejo es que no transcurra un solo día sin que le hayamos dedicado algún espacio de tiempo (cada cual el que considere posible y necesario) a una actividad propia e intransferible (distinta al Trabajo o la Familia), que constituya la mejor prueba darwiniana de que la diversidad vital es la que más conviene para nuestra evolución y desarrollo hacia el enriquecimiento y fortalecimiento personal y social…

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro

¡Positivar el dialogo interior…!

Hoy me referiré a la cuarta Receta de Éxito probado que nos puede facilitar el difícil tránsito hacia la mejora del rendimiento profesional y personal. Se trata de…

“Positivar el dialogo interior, huyendo de los pensamientos derrotistas y negativos que, como en una espiral descendente, nos hunden hacia la frustración y el desencanto”

Desde hace varios años vengo comprobando que nuestra vida está protagonizada por una serie de etapas (de muy variada duración e intensidad) cuyos resultados positivos o negativos los solemos atribuir a causas vinculadas a factores externos a nuestro comportamiento (sobre todo en lo que se refiere a las malas rachas).

¿Qué opino yo al respecto? Pues que tanto las temporadas favorables como las desfavorables vienen propiciadas en gran medida por nosotros mismos.

En el mundo comercial esto mismo ocurre con bastante frecuencia. Especialmente cuando un vendedor se enfrenta a una mañana de visitas y comenzando mal la primera, él mismo se va condicionando negativamente hacia las próximas, arruinando toda posibilidad de éxito. Al contrario también sucede, al iniciar las gestiones comerciales de una jornada de trabajo con una venta que genera un espíritu positivo para enfocar con éxito las siguientes.

Por tanto, nuestra actitud interior explica mucho de lo que hacemos y de sus consecuencias, de lo que conseguimos o perdemos.

Esforzarnos internamente por auto-cambiar frustración y desencanto por optimismo y valor nos predispone a un estilo de actuación positiva que, como el sonido de un Gong, expande nuestras posibilidades personales de éxito más allá de lo que habitualmente solemos imaginar…

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro