¡Ser el protagonista de nuestra propia vida…!

Llegamos al final de esta serie de “10 Recetas de Éxito” para abordar nuestro presente con grandes posibilidades de alcanzar un futuro mejor. La décima y última quizás se configura como resumen de las anteriores, pues marca un estilo de vida que solo conseguiremos aplicando los consejos precedentes:

“Ser el protagonista de nuestra propia vida, decidiendo en cada momento los destinos que queremos alcanzar y planificando razonadamente los caminos que a ellos nos llevan”

Si fuéramos actores y nos preguntarán cuál es el papel que queremos interpretar en nuestra próxima película, estoy convencido de que la mayoría responderíamos que el de protagonista. Pues bien, nuestra propia vida no es más que la única película que tenemos la posibilidad de interpretar y la elección del personaje solo depende de nuestra voluntad.

Sin duda yo quiero ser el protagonista de mi vida, pero ello no es gratuito pues para lograrlo debo constantemente hacer algo: “Decidir”. Si, decidir qué hacer y porqué hacerlo. Decidir para qué y con quién. Decidir cuándo y cómo. Decidir continuar o parar. Decidir sobre lo que tengo que decidir.

Tomar protagonismo en nuestra propia vida es imposible si esta no está gobernada por nuestra decisión, pues de lo contrario otros participan con las suyas moviendo los hilos de nuestra existencia que así se torna en reactiva, propia de un personaje secundario de película.

¿De qué valdría iniciar un largo viaje si desconocemos el destino al que queremos llegar? Decidir dónde ir y por donde forma parte del gran secreto de la vida. Vida que toda ella es un camino que merece mucho la pena transitar…

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro

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