
…Cada gesto, palabra y acción de los hombres fueron puestos en cuestión por esas fanáticas formaciones que perseguían siempre la más grave interpretación. Se pluralizó una presunción de culpabilidad masculina, aun antes de alumbrar alguna manifestación, creándose una nueva marginación que fue aceptada porque nadie osó significarse en contra de aquella incontenible invasión ideológica, equívoca pero vestida con astucia de política corrección…
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