“Evitar problemas para no tenerlos que solucionar”

Problemas

Si vivir es solucionar problemas entonces vivir más pasará por menos problemas solucionar, porque la cuantía y medida de los mismos nunca está inevitablemente determinada al depender en gran medida de cómo cada cual reacciona y decide actuar ante su adversidad. Todos los problemas no son iguales aunque en muchas ocasiones así lo podamos apreciar, siendo en su acertada identificación y gestión donde se nos presenta la oportunidad de un ahorro de carga vital que poder gastar directamente luego en nuestra felicidad.

En definitiva, todas las alternativas de eficaz identificación y gestión de los problemas nos llevarán siempre a un mismo lugar: el de evitar. Pero… ¿evitar es no comprometerse, huir o abandonar?

Que la realidad hay que encararla con valentía creo nadie lo dudará, pero que esta valentía pueda en ocasiones confundirse con la insensatez es algo que puede ser perjudicial. Evitar problemas para no tenerlos que solucionar… no supone elegir ponerse de espaldas a la vida sin afrontar los retos creados o sobrevenidos, pues esto sería más una renuncia a estar vitalmente presente para buscar esconderse de la realidad. Evitar problemas para no tenerlos que solucionar… debe contemplarse desde la mirada frontal de quien no rehúye sus compromisos buscados y asumidos, pero si los elije con criterio y sin dejarse llevar. Todo está en cómo encontrar en los problemas la frontera entre los que verdaderamente nos afectan y los que no nos deben importar. Entre cuales apostar por solucionar y los qué conviene subordinar.

Como Business Coach, a menudo me encuentro con personas que hacen de su vida un problema total y aun todavía es más, no conformándose con los presentes acostumbran anticipar los futuros instalándose en un estado de permanente agobio e insatisfacción vital. Su visión catastrofista de la existencia ejerce de potente imán para incluso, además de los propios, atraer a los de los demás. Viven para sufrir y sufren para vivir. Y así quedan desnudos ante lo que les rodea y a merced de todo mal. En cambio, he coincidido con otras cuya mayor cualidad es la de esquivar ciertos problemas sin renunciar a su responsabilidad. Saben cómo avanzar atendiendo solo a esos obstáculos que tienen categoría principal y que son por los que merece la pena gastar energías y luchar, obviando lo subsidiario o lo que ya no tiene remedio ni solución y hay que olvidar. Son los vitalmente eficientes, que asumen la tremenda dificultad del progresar pero no admiten su existencia como un eterno castigo celestial. No valoran los problemas por igual y viven para lograr.

Y… ¿cómo Evitar problemas para no tenerlos que solucionar? Pues bien, como siempre primero advertir que para contestar lo más honesto es aceptar que a preguntas generales necesariamente corresponderán respuestas generales si no queremos correr el riesgo de proponer aquello que solo a algunos valga. Por tanto, mi contestación deberá ser universal y luego cada cual se ocupará de transitarla hacia su propia realidad. Así las cosas, a la pregunta anterior no hay otra respuesta que la derivada del recomendable ejercicio de priorización de los problemas en orden a un solo valor de medición: su grado de relación con nuestros propósitos o lo que es lo mismo, su mayor o menor vinculación a todo aquello que para nosotros significa lo principal y que queda especificado por los objetivos vitales que como destinos en su existencia cada cual se debe fijar.

Seriamente… si no deseas cargar pesadamente tu vida de problemas sin solucionar, evita muchos escogiendo solo aquellos que te importan de verdad y olvida los que no son más que ruido en la armoniosa sinfonía que día a día compones para interpretar tu felicidad…

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro

12 respuestas a «“Evitar problemas para no tenerlos que solucionar”»

  1. Estimado Antonio: Muy interesante el articulo, y creo que como para agregar algo, la posibilidad que poseemos todos de organizarnos el día con anticipación, esto nos dará la posibilidad de disminuir la cantidad de conflictos que podamos llegar a tener, siempre y cuando sean generados por nosotros y no por nuestro entorno, teniendo en este segundo caso, la posibilidad de ver que soluciones podemos brindar.

  2. Excelentes recomendaciones, hay que hacer una lista por orden de prioridades y por jerarquías de los problemas y no dejar-nos atormentar por problemas que son secundarios y que no ameritan atención ni concentración.

  3. Me parece que los problemas nadie los busca, te los encuentras y tienes que solucionarlos. Quien los aparca es quien siempre los tiene encima. Que la vida no es un castigo celestial, a pesar de los problemas, es incuestionable: es algo que merece la pena vivir, afrontar con alegría y ayudar a los demás a verlo así.

    1. Rebeca, gracias por tu comentario que comparto excepto en lo referido a que… “los problemas nadie los busca, te los encuentras”, pues conozco muchos casos cuya actuación facilita enormemente la generación de problemas…

    2. La Naturaleza de nuestro trabajo nos da a diario problemas eso es inevitable, el tema es darle solucion…el postergarlos es lo lo que hace daño, eso nos va stressar, es como una disciplina que hay que seguir como una especie de entrenamiento,,en la medida que tomemos la decision de afrontarlos y pasarlos por encima….en esa medida creceremos eso si…es que buscamos la fórmula adecuada sin precipitarse porque tampoco se trata de salir rápido eso puede llevarnos a una decision errada.

  4. Así es, totalmente cierto, los “compromisos adquiridos” !! Pues a cumplir con ellos y, para los próximos que vayamos a adquirir, muchísimo ojo (me aplico el cuento).
    De nuevo aplico la máxima de mínimos: cuantos menos, mejor (es que la palabra “compromiso” y yo…).
    Gracias, otro saludo.

  5. …Tal vez también, y para evitar problemas, se trate de simplificar nuestra vida en lugar de complicarla.
    Me pasó que me la compliqué demasiado y tuve que invertir el proceso: …tener coche me suponía una carga, decidí regalarlo a mi hermana, y para moverme por la ciudad, ella me regaló una bici; un problema menos.
    traspasé mi negocio lleno de gastos y lo reduje a la mínima expresión instalando la oficina en mi casa…, pasando a tener que trabajar menos para, al final, tener en dinero, lo mismo, pero en tiempo, mucho más, y ser “leedora” profesional (mi verdadera vocación); otro problema menos.
    ahora solo tengo una cuenta bancaria y ninguna tarjeta…y otro problema menos…y así sucesivamente.
    En mi opinión, para evitar problemas, nada como simplificar y tener una vida sencilla.
    Un saludo.

    1. Roser, es evidente que la simplificación vital deriva en una minimización de los problemas que reconozco yo también intento practicar. No obstante, este no puede ser el único camino pues hay personas que no pueden renunciar a los compromisos adquiridos y por tanto, en lugar de simplificar, deben priorizar…

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