Líder-tiones… 8

Capítulo III – El relato de Davis

(viene de Líder-tiones… 7)… Más tarde, tuve que recriminar a nº3 cuando quiso contar un chiste ante la abstención del Presidente, que ya comenzaba a mostrar síntomas de pasividad. Es posible que mi intervención invadiera las competencias de nº1, pero me fue imposible callar ante la perspectiva de que llegásemos a olvidar que en nuestras manos se encontraba la vida de una persona cuya angustia no podíamos olvidar con bromas y chistes propios de otro tipo de situación más festiva y jovial.

También me sentí en la obligación de recordar que el acusado era huérfano de madre y con un padre encarcelado durante toda su infancia y ello por ningún afán de justificar, sino para entender mejor las circunstancias que forjaron su personalidad. Pese a ello, nº10 de nuevo se dejó llevar por sus prejuicios hacia el chaval y sin darme tiempo a reaccionar, fue nº9 quien se interpuso con la intención de poderle replicar. No me extrañó que fuera él quien por primera vez rompiese aquella unicidad de un grupo cuyos integrantes, estaba seguro ya, no compartían sobre su voto la misma seguridad. Sin embargo, quizás por su avanzada edad, no supo mantener con entereza aquel reproche pues a la primera contestación se vino a callar. Aunque sintiéndolo cercano a mí pensar, comprendí entonces que quizás más tarde pudiera contar con el valor de su voto pero no con su firme apoyo como negociador eficaz. Pero, como tantas veces en mi vida, otra vez me equivoqué y sería al final cuando nº9 me lo vendría a demostrar… (continuará en Líder-tiones… 9).

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