Lo que el Covid-19 no me pudo robar…

-En la cumbre de la Bola del Mundo (Alto de Guarramillas-2.265 m.), el 02/09/20 hacía las 12:00 h.-

Siempre recordaré aquel 2 de mayo de 2020 como el día en que la decepción tocó el desconocido techo de mi frustración personal. Cuando la realidad quiso imponer su implacable verdad a ese engaño que yo me había fabricado a fuerza de no darle oportunidad a mi cuerpo de dejar de entrenar. Toda una vida de esfuerzo físico ininterrumpido que me instalaba en la creencia de disfrutar por siempre de una juvenil edad metabólica, que hoy reconozco contemplaba como un espejismo fuera de toda autenticidad.

Tras 50 días confinado y sin poder correr ni convenientemente caminar, aquel sábado de primavera en que nos permitieron trotar descubrí que las preventivas dos horas diarias de exigente gimnasia de mantenimiento en mi hogar solo me sirvieron para evidenciar que, a un año de llegar a los sesenta, el incumplimiento de la regularidad en un corredor veterano se paga tan caro que, en aquel momento, me hizo de todo dudar. Llegar a casa tras una hora de carrera suave, exhausto, mareado, con indisposición intestinal y en definitiva, con la sensación de haber disputado otra vez mi Marathon-15%, me llevó a constatar lo desagradecido que es el cuerpo cuando la vida por delante tiene mucho menos recorrido que por detrás.

Si los resultados de tanta dedicación deportiva, obstinada y marcial, se habían diluido como un azucarillo en el mar por faltar dos meses a mi cita pedestre habitual… ¿a quien no le asaltarían las tentaciones de abandonar esa exigencia diaria y aflojar? A mi edad… ¿no merecía ya un descanso en forma de sosegada jubilación de este trabajo físico agotador, mayor incluso que el más exigente laboral? ¿Quien, por tanto, me obligaba a continuar…?

Cuatro meses después, el 2 de septiembre, volví a conquistar un año más mi solitaria y particular travesía estival “Segovia-Bola del Mundo-Segovia”, constatando nuevamente hoy (que cumplo 59 años) algo que ningún Covid-19 me podrá nunca robar…

¡LA PERSEVERANCIA COMO MOTOR DE ÉXITO PERSONAL!

-Llegada a la Plaza Mayor de Segovia, el 02/09/20 a las 18:40 h., tras partir de ese mismo punto con destino a la Bola del Mundo a las 8:00 h.-