La improductividad laboral de los políticos

La corrupción según ForgesNo es mi costumbre abordar reflexiones profesionales que tengan como protagonista a la clase política española pues, con independencia del cuidado observado en elegir las palabras que mejor trasladen mis pensamientos, antes o después siempre serán interpretadas en forma de parte, lo cual no tiene sentido pues yo no soy de nadie. No obstante, una vez más asumo el riesgo y a ello voy…

El título de este artículo constituye una afirmación cuya demostración, ahora mismo, no parece muy difícil de descubrir.

La productividad laboral es un término que alude a la eficiencia en la realización de las tareas que un profesional tiene encomendadas en su trabajo y que siempre deben estar relacionadas con los objetivos de la empresa u organización a la que pertenece.

Los objetivos de los partidos políticos son los mismos a los que en cada ciclo electoral se comprometen ante sus votantes, por lo que la productividad laboral de los políticos deberá orientarse a su dedicación exclusiva a estos menesteres.

En la actualidad, España evidencia una supuesta epidemia de casos de corrupción política que lamentablemente está afectando mucho a nuestra credibilidad internacional, precisamente en unos tiempos en los que la confianza se cotiza como un valor crucial para afrontar esta crisis económica que a más de medio mundo nos atenaza.

¿Hay más corrupción ahora que antes?. En mi opinión, la respuesta es no. Lo que ocurre es que la fuerza investigadora ha crecido mucho y por consiguiente ha descubierto más.

¿Y quién compone esa fuerza investigadora?. Pues precisamente los mismos políticos, cuyo afán por derribar a sus adversarios de otros partidos (y en ocasiones del propio) les ha convertido en cómicos remedos del conspicuo Sherlock Holmes, eso sí, más preocupados por destruir que de lo contrario.

Así las cosas, gran parte de la dedicación profesional de los políticos se centra en asuntos que nada tienen que ver con los programáticos, que son los que verdaderamente interesan a sus electores y justificarían su dedicación laboral, por lo que podemos concluir que ahora en España la productividad de la clase política es tan baja que, si pertenecieran al colectivo empresarial, nadie les contrataría para trabajar, añadiéndose por tanto más efectivos a las listas del paro: justamente lo que pretenden combatir.

La paradoja por tanto está servida…

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro

Una respuesta a «La improductividad laboral de los políticos»

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.