Mes: enero 2015

Quien lea regularmente estas crónicas sobre Marathon-15% debe entender que mi intención al escribirlas no es solo la de relatar mis vivencias y trasladar sus consecuencias en forma de sentencias, sino también la de movilizar la iniciativa de las conciencias para invitar a todos a despertar de sus siestas…

130- Buscar guías en el comportamiento ajeno puede sacarnos en ocasiones del atolladero.

Es obvio que, a los 53 años, mi capacidad física actual no puede compararse con la potencial de treinta años atrás y aun así entonces nunca hubiera contemplado la posibilidad de acometer mi reto Marathon-15%, seguramente por faltarme algo esencial: la autoconfianza que otorga la experiencia como agente de solidez mental…

129- No hay autoconfianza sin experiencia pero esta nunca asegura aquella.

¿Quién es un verdadero deportista…?. ¿Aquel que vive su triunfo desde los contratos millonarios y rodeado siempre de la fama y los medios de comunicación o quien de manera anónima trata de superarse cada día desde la pasión por su afición callada y normalmente pagada simplemente por su vocación…?. La respuesta es bien sencilla y se basa en comprobar quien de los dos arquetipos suele mantener la práctica deportiva durante el resto de su vida sin más razón que la ilusión…

128- En el deporte como en la vida, la verdadera medida de cada cual se da cuando las cosas van mal.

Desde que publico diariamente en mi Blog la actualidad referida a mi reto Maratón-15% ha descendido sensiblemente la comunicación electrónica y personal que recibo proveniente de mis amistades y conocidos, que supongo se sienten informados y por tanto satisfechos en su curiosidad. Quizás lo que puedan ignorar es que, ante esta dificultad, yo como cualquiera también tengo necesidad de su apoyo y de su aval…

127- La comunicación, además de para conocer, debe servir también para ofrecer.

¿Quién ha oído quejarse a alguien por tener que comer, beber, dormir, sanearse o evacuar diariamente?. Se trata de hábitos muy enraizados con la fisiología humana cuya instrumentación es automática y pese al tiempo y esfuerzo que precisan, no suponen aparente carga de realización. Muchos ya hemos conseguido incorporar la práctica diaria del deporte a nuestra fisiología en forma de hábito, por lo que no sentimos su peso sino más bien la necesidad de su ejecución…

126- Construye hábitos y el esfuerzo desaparecerá.

Mi actual entrenamiento semanal para Marathon-15% progresa favorablemente y de los cuatro días de carrera (los otros tres son para nadar, elíptica y tonificación muscular), ya me encuentro instalado en los 90 min. en cinta al 15% en tres de ellos (el otro corro otros 90 min. outdoor en llano, 30 de los cuales por la arena seca de la playa), todo ello a un promedio de 130 pulsaciones por minuto. La mejora experimentada es evidente, sobre todo considerando que no estoy sufriendo problemas articulares, uno de los peligros identificados inicialmente para esta singular prueba que se basa en una pronunciada y constante ascensión…

125- No hay que olvidar que cuando todo va bien nunca existe garantía plena de continuidad.

Es inevitable que mi cabeza revolotee todo el día sobre Maratón-15%, proyecto que por su doble alcance (deportivo y editorial) y su amplia dimensión (récord mundial y obra literaria) centra toda mi atención, condicionando mi vida actual hacia el ascetismo laico más monacal. No me quejo, pues lo haría si encontrase otra mejor manera de actuar…

124- Los grandes retos precisan de un escenario ideal que, de no existir, habrá que crear.

En estos días, de todas las comunicaciones de apoyo que agradecidamente recibo, una llegada por internet me ha llamado mucho la atención pues me felicitaba efusivamente por haber logrado el reto de Marathon-15%. Pese a su evidente equivocación, por un momento quise creer que así era dejándome llevar para anticipadamente experimentar la incontenible satisfacción que espero sentir si finalmente alcanzo su consecución…

123- Una forma de avanzar más es visualizar el llegar.

Mi pretensión con Marathon-15% es la de experimentar razonadamente y en primera persona todo lo que supone enfrentarse en la vida a un objetivo ambicioso para relatar sus especificidades y entresacar las claves que llevan a su éxito. Inmerso en ello no puedo negar que, pese a los esfuerzos realizados, mi capacidad de análisis en ocasiones se nubla por la fuerte carga emocional que destila la dificultad del empeño pues, al fin y al cabo, no es lo mismo contarlo que vivirlo en mi cotidianeidad…

122- Ser “juez y parte” en ocasiones puede llegar a ser la mejor forma de no ser nada.