Líder-tiones… 18

Capítulo III – El relato de Davis

(viene de Líder-tiones… 17)… La deliberación continuó luego sin mucho progreso hasta que nº6 nos propuso realizar otra votación, iniciativa que no esperaba y que me llenó de satisfacción, tanto por sentirme descargado de esta constante responsabilidad como por sospechar una posible variación en su intención hacia la no culpabilidad. Fue nº10 quien solicitó se procediese a voz alzada, a lo  que nadie tuvo nada que objetar. Mi feliz sorpresa vino cuando, además de nº6, nº2 votó a favor de una inocencia que al fin igualaba las fuerzas en este Tribunal.

Tras ello, recuerdo que comenzó a diluviar, lo que condensó mucho más el ambiente ya cargado de una pegajosa humedad que, aliándose con el molesto calor, a todos nos agobiaba hasta asfixiar. Esta sofocante contrariedad propició un receso espontáneo en la deliberación, aprovechado por nº1 para confiarme algunos curiosos aspectos de su vida personal escuchados por mí con paciente interés y sin sospechar que, más tarde, esta atención derivaría en otra incorporación al criterio de la duda razonable por el que seguía apostando sin flaquear.

Era evidente que aquella incómoda situación a la que se unía el cansancio acumulado por el pesado avanzar de unas deliberaciones marcadas por los prejuicios e intereses particulares cuyo resultado solo había llevado a empatar, a algunos empujaría a estallar y así aconteció cuando nº10 propuso hablar con el juez para declarar nulo el jurado, a lo que nº7 se sumó planteando el cambio de sus miembros por otros que ofrecieran al muchacho una nueva oportunidad. Por fortuna no solo yo manifesté mi desacuerdo sino que otros más optaron por continuar, comprometidos con una responsabilidad personal que ya no estaban dispuestos a abandonar… (continuará en Líder-tiones… 19).

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.