No es un secreto que yo descubra ahora el que la realidad de las relaciones entre líderes y sus equipos todavía sigue definiéndose muy en términos feudalistas, en donde el sometimiento total y aceptado de los segundos a los primeros podríamos definirlo como de mayordomía empresarial.
Por más que así lo parezca, no toda la responsabilidad del liderazgo efectivo la tiene siempre el Líder en una organización, pues son sus colaboradores quienes deben asumir decididamente la parte de protagonismo que también les corresponde en la mejora constante de los resultados empresariales y que en muchas ocasiones, acomodaticiamente eluden, descargando en sus superiores toda la responsabilidad.
En mis cientos de procesos de actuación como Business Coach he llegado a la conclusión de que muchos responsables de equipos de trabajo viven instalados (por supuesto, erróneamente) en su virreinato particular, que además desgraciadamente es alentado por quienes lo conforman en un intento constante de agradar, aun cuando se encuentren en permanente desacuerdo con sus criterios (el jefe siempre tiene la razón, incluso cuando no la tiene) y lo vengan a callar.
Por supuesto, no seré yo quien aliente la rebeldía y el desacato pues esto no lleva nunca a ningún lugar conveniente, pero tampoco apoyaré a quien se instale en la injustificable dejación de su responsabilidad para con la empresa en la que trabaja. Responsabilidad que siempre le exigirá la defensa adecuada y educada de aquello que considere como mejor, a pesar de quien le tenga que pesar.
Repetir un rendido señor, sí señor sin solución de continuidad es la peor contribución que pueda hacerse a las organizaciones para las que trabajamos y a esos líderes tóxicos que solo buscan en sus colaboradores… mayordomos de su incompetencia empresarial.
Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro
El jefe siemmmmmmmmmmmpre tiene la razón si, porque como lo cabrees mucho tararí que te vi, y a la calle. Bueno es lo que hay………quién le pone el cascabel al gato?, cuándo al gato siempre le saldrá cualquier ratón que se venaderá ?
Rosa, ese precisamente es el problema a resolver…
En mi opinión, el “virreinato” este, como tu mencionas, representa para los mandos medios una zona de confort que por iniciativa propia suelen no querer abandonar porque la resistencia viene de ambos lados: tanto de arriba como de abajo. De arriba dado que aquellos jefes que someten a los mandos medios a esta mayordomía o esquema de autoridad sin liderazgo, sostienen estos esquemas por su propia incapacidad de dirección, por lo que no suele ser bien visto por ellos, una iniciativa moldeada bajo otras premisas de relacionamiento o verdadero liderazgo. En tanto que los que están por debajo de los mandos medios simplemente se resisten a ser cambiados. Para los mandos medios esta situación cuando les genera una legitima tensión por su desacuerdo, la incongruencia ésta suele “solucionarse” cambiando de empresa, en el convencimiento que su aporte de valor podrá ser fértil en aquellos espacios que admitan un esquema de verdadero liderazgo, inclusivo y participatorio. Es la paradoja por el cual la gente mas valiosa de una empresa es segregada a favor de aquellos cuyas premisas son la obsecuencia y la mediocridad. En mi opinión, el cambio debe ser impulsado en todos los niveles, pero fundamentalmente desde arriba hacia abajo. Me gusta mucho tu Blog Alonso, un Abrazo desde Argentina.-
Jorge, coincido contigo en que el liderazgo en mandos intermedios viene muy dificultado tanto por arriba como por debajo, aunque inevitablemente suele ser el paso necesario para aspirar a mayores responsabilidades.
Gracias por tu interés en mi Blog…
Totalmente de acuerdo. El potencial de crecimiento en una empresa es directamente proporcional a la sumisión. Grave error cuyos efectos se están viendo claramente en esta época de crisis. La inventiva, iniciativa y creatividad han sido apartadas de las empresas durante los procesos de reestructuración. Las empresas se han decantado por los sumisos. Los resultados están a la vista.
LO VIVO A DIARIO EN MI TRABAJO