La frivolidad y las redes sociales

La frivolidad es como esas comidas que te llenan mucho y a las dos horas ya tienes hambre.

Cuando conoces a una persona frívola, hasta que la descubres te deslumbra para luego dejarte un vacio que no admite reparación. La frivolidad es esa capacidad de algunas personas por mantenerse siempre en la superficialidad de los acontecimientos vitales, añadiendo un toque de pretendido elitismo a todas sus actuaciones.

Todos somos frívolos en algún momento de nuestras vidas, aunque la mayoría se da cuenta y retrocede, porque vivir con los pies en el aire no es nada práctico.

El fenomeno actual de las redes sociales es un gran generador de frivolidad al facilitar la construcción de falsas personalidades a la carta, amparadas siempre por el anonimato de las comunicaciones electrónicas y la predisposición que tienen los navegantes para creerlo todo.

Construir una personalidad falsa es gratis y en ocasiones hasta ventajoso, siempre que eludamos la responsabilidad de considerar a los demás como no merecedores del engaño y la burla. Ser frívolo en internet no es menor pecado que en la vida real, porque siempre hay alguien tras sus palabras que optó por la sinceridad…

Saludos de Antonio J. Alonso Sampedro

2 respuestas a «La frivolidad y las redes sociales»

  1. MAGIA OFFLINE
    No es que esté en contra de las redes sociales, de hecho soy consumista. Pero a veces, me pregunto si no nos estará robando un poco la magia de conocer a alguien.
    ¿Será que ya no tenemos la posibilidad de una primera impresión porque viene condicionada por un perfil en Internet? ¿Que la privacidad se está transformando en casi nula y el misterio se ve corrompido? ¿Será por esa urgencia de inmediatez que no dejamos pasar los días para soñar? ¿Que ahora tenemos la facilidad a una tecla de distancia y no vale la pena dedicar nuestro esfuerzo?
    Somos un producto envasado al cual se aplican todos los principios de marketing y publicidad. Elegimos las mejores fotos, avisamos adónde conviene que se sepa que vamos, comentamos algo divertido. Las redes sociales no son otra cosa que catálogos de venta y nosotros, los productos.
    ¿Me comprás?

    1. Agustina, gracias por tu comentario.

      Sin pretender defender lo que es muy mejorable, considero que históricamente las personas han instrumentado mecanismos comerciales de forma incosnciente en casi todas sus actuaciones para su avance en la vida. Los límites que cada cual se impone es lo que podría ser materia de discusión…

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